Los hijos secretos de Putin: Una vida aislada en yates y aviones privados
Se dice que Vladimir Putin tiene dos hijos con su glamorosa compañera gimnasta Alina Kabaeva, en la foto de la derecha.
Putin ha mantenido ocultos a sus hijos e incluso se niega a reconocer su relación con Kabaeva, ganadora de la medalla de oro olímpica, de 41 años. Los rumores sobre el amor del entonces casado Putin por Kabaeva surgieron por primera vez en 2008, pero el Kremlin los negó.
Los hijos de Putin, Ivan, de nueve años, y Vladimir (hijo), de cinco, viven como príncipes reales en los palacios del dictador, según el medio de investigación independiente Dossier Centre. Sus vidas están llenas de lujos, desde viajes en yates y aviones privados hasta una educación personalizada en residencias fuertemente custodiadas.
Según el Dossier Centre, los niños han tenido en secreto a ciudadanos británicos y neozelandeses como institutrices. Sin embargo, debido a la guerra en Rusia, Putin ahora recluta a ciudadanos sudafricanos para enseñar inglés a sus herederos. Esta decisión, sin duda, refleja su temor a la influencia occidental.
Los niños no van a la escuela tradicional. Reciben educación en los palacios de Putin, como los hijos reales del último zar ruso. Se dice que los hermanos tienen poco contacto con sus compañeros y ven poco a sus padres, pero aprecian los raros momentos que logran pasar con su padre.
El informe revela que Iván nació en una clínica de élite en Suiza y que Putin estaba tan feliz que gritó: ‘¡Hurra! ¡Por fin un niño!’ Vladimir (hijo) nació bajo estrictas medidas de seguridad en Moscú con médicos de una clínica suiza.
A pesar de su vida privilegiada, los hijos de Putin no son ciudadanos comunes. Sus vidas están envueltas en secreto y sus identidades protegidas por medidas de seguridad extremas. No tienen acceso a vuelos comerciales, ni a guarderías o escuelas tradicionales. Son educados por institutrices privadas en residencias fuertemente custodiadas por el servicio de seguridad presidencial ruso.
El informe detalla un palacio en Valdai, en medio de bosques y lagos al norte de Moscú, donde los hijos de Putin viven parte del tiempo. Allí tienen acceso a dos ponis, conejos, un San Bernardo y una colección de juegos de construcción Lego e iPad. Incluso tienen chefs personales que preparan comidas por separado.
En invierno, la familia Putin pasa tiempo en su albergue de esquí de montaña Achipse, cerca de Sochi. También disfrutan de viajes en yates de lujo. El informe menciona el yate Graceful de 84 metros, donde se les vio a Kabaeva y a sus dos hijos, acompañados brevemente por Putin en el Golfo de Finlandia.
El informe también destaca la influencia de Putin en la educación de sus hijos. Se dice que él mismo les enseña hockey sobre hielo a veces, acompañado por Kabaeva. A sus hijos también se les enseña alemán, además del inglés.
Las revelaciones sobre la vida de los hijos de Putin arrojan luz sobre un lado poco conocido del líder ruso. Mientras él se presenta como un líder fuerte y decidido, sus hijos viven en un mundo de lujo y privilegio, protegidos de las realidades del mundo exterior.
Es probable que estas revelaciones enfurezcan a Putin, que ha mantenido a los hijos ocultos e incluso se niega a reconocer su relación con Kabaeva. La vida de sus hijos es un secreto que guarda celosamente, pero las nuevas revelaciones sugieren que incluso en el mundo de los poderosos, los lazos familiares y los anhelos por una vida normal pueden dejar una huella.