El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado que adelantará la Navidad al 1 de octubre, en medio de la crisis política que sacude al país. La decisión ha sido recibida con críticas por parte de la oposición y la Iglesia Católica, quienes la consideran un intento de distraer la atención de los problemas que enfrenta Venezuela.

Maduro argumentó que la decisión es un "homenaje al pueblo combativo" y que la Navidad llega antes para "llenar de esperanza y unidad a la familia venezolana". Sin embargo, la oposición ha calificado la medida como un acto de propaganda y un intento de desviar la atención de la crisis económica y política que vive el país.

La Iglesia Católica también se ha pronunciado sobre la decisión de Maduro. La Conferencia Episcopal Venezolana ha asegurado que la Navidad es una celebración universal que inicia el 25 de diciembre y ha llamado a que no se utilice para fines "propagandísticos ni políticos particulares".

La decisión de Maduro se produce en un momento en el que Venezuela enfrenta una profunda crisis política y económica. La oposición ha denunciado fraude en las últimas elecciones presidenciales y ha pedido la liberación de los presos políticos. Además, la economía del país está en ruinas, con una inflación galopante y una escasez de alimentos y medicinas.

La decisión de Maduro de adelantar la Navidad ha sido criticada por muchos como una distracción de la crisis que enfrenta Venezuela. Sin embargo, el gobierno ha defendido la medida como un acto de apoyo al pueblo venezolano.