El fútbol sudamericano se vistió de luto por la muerte de Juan Manuel Izquierdo
El mundo del fútbol se conmovió por la inesperada muerte de Juan Manuel Izquierdo, defensor de Nacional de Uruguay, quien sufrió un paro cardíaco durante un partido de la Copa Libertadores contra San Pablo en el estadio Morumbí. Tras días de lucha por su vida, el jugador de 27 años falleció el martes 27 de agosto.
En señal de respeto y dolor, San Pablo, el último equipo que enfrentó Izquierdo, le dedicó un emotivo homenaje en su primer partido tras la tragedia. El miércoles 28 de agosto, antes del partido de cuartos de final de la Copa Brasil contra Atlético Mineiro, los jugadores del conjunto paulista lucieron el nombre de Izquierdo en la espalda de sus camisetas, en lugar de sus propios nombres.
El estadio Morumbí, escenario del último partido de Izquierdo, se vistió de luto, con un minuto de silencio antes del inicio del partido. Todos los jugadores, técnicos e hinchas se unieron en un aplauso unánime, conmovidos por la irreparable pérdida del jugador uruguayo.
Izquierdo, formado en el Club Atlético Cerro, desarrolló la mayor parte de su carrera en Uruguay, defendiendo los colores de Liverpool, Wanderers y Peñarol. Su única aventura en el extranjero fue en el Atlético San Luis de México.
Su muerte conmocionó al fútbol mundial, en particular a Uruguay, que suspendió sus actividades futbolísticas en señal de luto. El recuerdo de Izquierdo, un jugador talentoso y comprometido con su pasión, permanecerá para siempre en los corazones de quienes lo conocieron y admiraron.
El homenaje de San Pablo fue una muestra del respeto y la admiración que el fútbol siente por Izquierdo, un joven con una vida llena de sueños y un futuro prometedor que se truncó de manera inesperada.
Su partida deja un vacío en el mundo del fútbol, pero su memoria y su legado permanecerán intactos, como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada momento.