El mercado de fichajes está llegando a su fin y Pablo Martínez sigue esperando al Valencia. El centrocampista madrileño, que lleva en el mercado desde el mes de junio, aspira a cerrar un traspaso en las próximas horas. Su destino más deseado es el club de Mestalla, pero la operación depende de la salida de André Almeida. Jorge Mendes está trabajando para encontrar acomodo al portugués y solo en tal caso, Pablo podría recalar en el Valencia.
Al '10' del Levante se la han ido cayendo opciones a medida que ha transcurrido el verano. Si bien desde la dirección deportiva granota se habían controlado en todo momento los tiempos de su venta, ahora la situación está cerca de ser límite. Restan dos jornadas para que la persiana del mercado eche el cierre y Pablo no solo no ha salido, sino que ha de esperar movimientos de terceros.
Además del Valencia, otro de sus posibles destinos es el Real Valladolid. La puerta de Zorrilla está, para el entorno de Pablo, en un abre-cierra constante. La posible incorporación de Cenk y el hecho de que el director deportivo del Real Valladolid haya impuesto su criterio al del técnico Paulo Pezzolano, vuelven a posibilitar su fichaje como blanquivioleta. En tal operación también figura el Valencia como actor clave, pues es la incorporación de Cufriez la que abre a Cenk la carretera de Valladolid.
El Valencia cierra un acuerdo verbal para la cesión de Enzo Barrenechea. No obstante, antes de que cayera de manera definitiva por la tarde, era una operación que quedaba al margen del traspaso de André Almeida, previsiblemente al Benfica. Tribuna Deportiva informó de que la oferta que Mendes podría hacer llegar por el portugués rondaría los 15 millones de euros, una cantidad muy por encima del precio en que el Levante ha tasado la salida de Pablo: alrededor de los 3 'kilos'. Eso y el pasado interés por el futbolista para suplir la fallida marcha de Javi Guerra al Atlético de Madrid, hacen de él la opción A para la medular de Rubén Baraja.
Si bien es cierto que en el Ciutat se pretende no malvender a Pablo Martínez bajo ningún concepto, la realidad del Levante en el mercado es demasiado cruda como para no llegar a la cuesta final de agosto a la carrera. Hoy son cuatro los futbolistas que todavía no se han inscrito en competición: Vicente Iborra, Rober Ibáñez, Alfonso Pastor y Diego Pampín. Hay otros tapados en la rampa de salida del Levante, donde crece la tensión. Bouldini está cerca del Deportivo; Oriol Rey, no tanto del Elche. Según la información de la que dispone este diario, el Levante sí se resiste a perder al catalán en pos del entendimiento con Calero y los ilicitanos insisten en firmar a Marc Aguado, del Zaragoza. Mientras tanto, Pablo quiere al Valencia.