El Atlético de Madrid no pudo pasar del empate en casa ante el Espanyol en un partido donde fue superior y tuvo ocasiones claras los primeros minutos. Los cambios no mejoraron al equipo.
El conjunto rojiblanco dominó el choque, generando la gran mayoría de las ocasiones que gozaron Julián Álvarez y Sorloth, pero ni el argentino ni el noruego estuvieron del todo finos. Enfrente, además, un seguro Joan García.
Los blanquiazules también dieron el susto a los colchoneros, especialmente en un claro disparo de Puado y un cabezazo de Véliz. Mucho por decidir en esta segunda mitad.
El Atlético de Madrid unió por primera vez en el once titular a Sorloth y Julián, sus dos flamantes fichajes en ataque, y sumó al partido a Correa, Griezmann, Llorente... pero no le sirvió para perforar la portería del Espanyol ni una sola vez.
Colchoneros y pericos igualaron sin goles en un encuentro que, por insistencia, merecieron ganar los locales, pero en el que los catalanes sumaron su primer punto de la temporada tras un imponente ejercicio de resistencia (0-0). Hasta 24 veces dispararon los locales sin éxito, siete de ellas entre palos.
Había curiosidad para ver cómo funcionaba la nueva dupla del Atlético y más sin Antoine Griezmann, relegado al banquillo por descanso. Sin el francés, el caudal ofensivo del equipo colchonero se volcó por una banda izquierda dominada por Samu Lino y Rodrigo Riquelme. Su sociedad generó la mayor parte de las ocasiones locales, que no fueron pocas.
Joan García frustró el primer gol de la ‘Araña’ como rojiblanco y Lino estrelló el balón en el poste a las primeras de cambio. El inicio hacía presagiar un partido cómodo para los rojiblancos, pero la falta de acierto frustró su historia ideal. Sorloth, mucho más participativo que en su debut en Villarreal, gozó de tres buenas ocasiones para abrir el marcador. Una la negó el portero del Espanyol y las otras dos se fueron desviadas por muy poco.
Del Espanyol, pocas noticias, pero peligrosas. Un cabezazo desviado de Véliz y un remate a bocajarro que Puado no atinó a introducir en la portería estuvieron a punto de darle un susto al Atlético de Madrid. Riquelme, negado pese a su gran partido
Pese al torrente de ocasiones, Simeone decidió introducir la maquinaria pesada tras el descanso. Julián y Molina se quedaron en el vestuario y Griezmann y Llorente saltaron al verde del Cívitas Metropolitano con el objetivo de poner la precisión necesaria para abrir la lata. El gol no lo encontraron ellos, sino Riquelme, que empujó a placer un balón suelto tras una jugada embarullada. Lo hizo, no obstante, en fuera de juego.
Aquí comenzó la pesadilla del canterano, que realizó un partido extraordinario, pero vio cómo se le negaba el gol una y otra vez. A partir del tanto anulado, el empuje del Atlético perdió fuerza. El paso de los minutos pesó en los colchoneros, incapaces de marcar el primero. El Espanyol aguantó y esperó paciente su oportunidad, que estuvo a punto de aprovechar en los pies del debutante Cheddira. El marroquí se plantó ante Oblak, pero el esloveno aguantó firme para rechazar su disparo.
El partido se rompió en los últimos minutos con llegadas para ambos equipos que podían desembocar el gol. Solo faltó una acción de finura, una pizca de acierto para desequilibrar el marcador. Ese toque de calidad lo puso de nuevo Riquelme, pero le faltó precisión y una pizca de suerte. El delantero batió a Joan García, pero lo volvió a hacer en posición antirreglamentaria. El Metropolitano, que ya se caía por la euforia, se llevó la primera decepción del curso al ver cómo su equipo se dejaba dos puntos en un encuentro que pudo ganar de mil maneras diferentes.