San Lorenzo se despidió de la Copa Libertadores con una derrota 1-0 ante Atlético Mineiro en Brasil, en un partido que estuvo marcado por la polémica y la violencia. Tras el empate 1-1 en la ida, el equipo argentino no pudo superar al Galo en Belo Horizonte y quedó eliminado en los octavos de final.
El único gol del partido llegó a los 65 minutos, cuando el ex Huracán Rodrigo Battaglia apareció solo en el área y de cabeza abrió el marcador. En ese momento, San Lorenzo estaba jugando mejor que su rival y tuvo varias oportunidades para convertir, pero la falta de efectividad lo condenó.
Sin embargo, la verdadera polémica del encuentro se vivió a los 70 minutos, cuando la policía brasileña intervino en la tribuna donde se encontraban los hinchas de San Lorenzo, lanzando gases lacrimógenos y golpeando a los fanáticos argentinos. El partido estuvo detenido por cinco minutos mientras la situación se calmaba.
El futbolista de San Lorenzo, Matías Reali, habló sobre los incidentes en la conferencia de prensa: “Sentimos preocupación porque no sabemos qué estaba pasando. Vimos a muchos chicos con los ojos llorosos y gracias a Dios no pasó a mayores”.
La eliminación de San Lorenzo se suma a la mala racha del equipo en la Liga Profesional, donde se encuentra en el puesto 24° y con el riesgo de descender. El entrenador, Leandro Romagnoli, aseguró que quiere continuar en el cargo, pero reconoció que entenderá si la dirigencia decide que no siga: “Siempre quiero ayudar a San Lorenzo y acompañaré desde mi lado”.
San Lorenzo tendrá que enfocarse ahora en la Liga Profesional, donde deberá sumar puntos para evitar el descenso. El próximo domingo recibirá a Talleres de Córdoba.