El Autódromo “Oscar y Juan Gálvez” de Buenos Aires, escenario de tantas glorias del automovilismo argentino, fue testigo de un emotivo homenaje a una de sus figuras más emblemáticas: Oscar Alfredo Gálvez, el “Aguilucho”. En el marco de la fecha del Turismo Carretera, la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) le brindó un reconocimiento a quien fuera el primer ganador de una carrera de la categoría en ese circuito, el 24 de mayo de 1952, con un Ford.
La fecha coincidió con el 111° aniversario del nacimiento del legendario piloto, quien se consagró campeón de TC en cinco oportunidades: 1947, 1948, 1953, 1954 y 1961. Su nombre quedó grabado para siempre en la historia del automovilismo argentino, siendo un ídolo indiscutido de Ford, marca con la que logró 43 victorias en su brillante carrera.
La ACTC, representada por su secretario general Facundo Gil Bicella, entregó una plaqueta a la familia de Oscar Alfredo Gálvez, la cual fue recibida por Juan Carlos Geppi, cuñado del “Aguilucho”. En una emotiva ceremonia, tanto Geppi como Gil Bicella destacaron la importancia de honrar la memoria de este gran piloto y su legado para el deporte motor argentino.
El reconocimiento a Oscar Alfredo Gálvez en el autódromo que lleva su nombre junto al de su hermano Juan, es un claro ejemplo de cómo la ACTC busca mantener viva la memoria de las figuras que forjaron la historia del Turismo Carretera. La entrega de la plaqueta a su familia simboliza la gratitud de la institución por su legado y el respeto que se le tiene a uno de los más grandes pilotos que ha dado nuestro país.
El recuerdo de Oscar Alfredo Gálvez sigue presente en cada vuelta que se da en el autódromo que lleva su nombre, en cada triunfo que se celebra en el Turismo Carretera y en el corazón de todos los apasionados por este deporte. Su nombre es sinónimo de velocidad, coraje y pasión por el automovilismo. Una leyenda que permanecerá viva por siempre en la memoria de todos los argentinos.