Paula Colombini: De Top Model a 'La Chica de la Huerta'

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Descubre la increíble transformación de Paula Colombini, icónica top model argentina, que dejó las pasarelas para dedicarse a su verdadera pasión: la huerta orgánica. Conoce su inspiradora historia y su proyecto Betarraga.

De Pasarela a Semillas: La Evolución de Paula Colombini

Paula Colombini, nombre que evoca glamour y desfiles internacionales, ha dado un giro inesperado a su vida. Tras décadas como una de las top models más reconocidas de Argentina, ha encontrado su verdadera pasión en la tierra, cultivando una vida llena de sabor, sostenibilidad y conexión con la naturaleza.

En una entrevista con Clarín, Paula revela que el modelaje, aunque le permitió vivir una vida de viajes y lujo, no fue una pasión profunda. La incomodidad y la búsqueda de algo más auténtico la llevaron a un camino de introspección y autodescubrimiento. A los 30 años, dio un vuelco a su vida, dejando atrás un matrimonio y su carrera en la moda para explorar sus verdaderos deseos.

A través de emprendimientos, viajes y experiencias personales, Paula se fue acercando a lo que la llenaba de verdad: la huerta. Durante la pandemia, este anhelo se cristalizó. En su casa, Paula comenzó a cultivar sus propios alimentos, encontrando en la tierra un espacio de paz y estabilidad.

“Me levantaba muy temprano, desde que amanecía estaba en la huerta y a veces mi novio me prendía la luz del jardín para que yo pueda seguir en la huerta a la noche”, relata con entusiasmo. Su pasión se convirtió en un estilo de vida, y poco a poco, Paula se convirtió en “La Chica de la Huerta”.

Betarraga: Una plataforma para compartir la pasión por la tierra

En 2020, nació Betarraga (@betarragaporpaula en Instagram), una plataforma que refleja la esencia de Paula: la conexión con la tierra y el conocimiento de la huerta orgánica. A través de cursos online, Paula comparte sus conocimientos sobre técnicas de cultivo, compostaje, plantas nativas y más. Betarraga se ha convertido en su segundo hijo, un espacio donde la comunidad se reúne para aprender, conectar con la naturaleza y disfrutar de una vida más sana.

“La naturaleza me da paz, me gusta, me siento cómoda… Me gusta hablar de eso. Es un camino que es realmente infinito”, confiesa Paula, quien encuentra una satisfacción profunda en compartir su pasión con otros.

El paso del tiempo y la belleza auténtica

Paula también reflexiona sobre la evolución de su percepción de la belleza y el paso del tiempo. “Hoy estoy más relajada. O sea, a mí me interesa comer sano, alimentarme sano. Pero no estoy atenta a si algo engorda, no engorda”, admite. La presión por cumplir con estándares de belleza que la acompañaron en su etapa como modelo ya no la afecta.

“Creo que mi ejercicio, mi aprendizaje, es ser buena conmigo cuando me veo. Porque si yo pretendo verme como me veía a los 30, no te digo ni a los 20, a los 30, y… no me quiero ni ver. Pero si entiendo que la persona que está del otro lado de la cámara es la mujer que hoy soy con los 51 años que tengo, con las decisiones que tomé, con el peso que tengo, con las canas… no lo veo como un problema”, reflexiona con seguridad.

La historia de Paula Colombini es una inspiración. Un testimonio de la importancia de seguir el corazón, encontrar la verdadera pasión y construir una vida en armonía con la naturaleza y con uno mismo.

Puedes conocer más sobre Paula y Betarraga en su Instagram: @betarragaporpaula

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