La Bendición del Papa Francisco que Le Cambió la Carrera a Paulo Díaz

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Descubre cómo una simple bendición del Papa Francisco en 2016 le cambió la suerte al futbolista Paulo Díaz, quien rompió una sequía de goles y se consolidó como un delantero letal. Infobae te cuenta la curiosa historia.

Paulo Díaz, el defensor de River Plate, protagonizó una curiosa situación con el Papa Francisco en 2016 que le cambió la carrera. La bendición del Sumo Pontífice rompió una racha de un año y medio sin marcar goles que lo perseguía desde sus inicios en el fútbol.

Díaz, quien surgió en Palestino, ha pasado por el Colo Colo, San Lorenzo y Al Ahli de Arabia Saudita antes de llegar a River Plate en 2019. Aunque lleva 168 partidos con el Millonario, con nueve goles en su haber, su último festejo ante Talleres en la Copa Libertadores trae a la luz una historia fascinante.

En septiembre de 2016, San Lorenzo visitó al Papa Francisco en el Vaticano. Díaz, entonces jugador del club, le pidió una bendición. "Previo al partido, fueron a visitarlo al Papa al Vaticano. Y Paulo Díaz le pidió que le haga una bendición en la frente. Es una linda historia", contó Martín Bocha Flores, periodista de Radio Continental presente en la reunión. Díaz no marcaba goles desde 2015, pero la bendición del Papa Francisco le dio la suerte que necesitaba.

Un mes después, en octubre de 2016, Díaz anotó su primer gol con San Lorenzo en un partido contra Newell's. De ahí en más, marcó siete goles más con el club argentino antes de su partida a Arabia Saudita en 2018. Su paso por el fútbol asiático no fue tan exitoso, pero su regreso a Argentina lo encontró con su eficacia goleadora restaurada.

Con River Plate, Díaz ha demostrado su capacidad para definir jugadas en distintos contextos, anotando cuatro goles de cabeza, además de otros cinco con otras definiciones. Su último gol ante Talleres en la Copa Libertadores es una muestra de su talento y el impacto que tuvo la bendición del Papa Francisco en su carrera.

La historia de Paulo Díaz es una prueba de que a veces lo único que se necesita es un poco de fe para alcanzar el éxito. Esta curiosa anécdota no solo le cambió la vida al futbolista, sino que también nos recuerda que las bendiciones pueden llegar de formas inesperadas.

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