Racing jugó mal ante Gimnasia y dejó pasar la oportunidad de ser el puntero del torneo

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Racing Club perdió en casa ante Gimnasia y Esgrima La Plata por 1-0, dejando pasar la oportunidad de ser el puntero del torneo. El equipo de Avellaneda mostró un bajo nivel de juego y Gimnasia aprovechó la oportunidad para sumar una victoria vital.

Racing perdió ante Gimnasia y dejó pasar la oportunidad de ser el puntero del torneo

Racing Club no pudo superar a Gimnasia y Esgrima La Plata en el Cilindro de Avellaneda y cayó por 1-0 en un partido correspondiente a la décima fecha de la Liga Profesional. El único gol del encuentro lo marcó Benjamín Domínguez a los 13 minutos del primer tiempo.

El equipo de Avellaneda, que venía de empatar sin goles ante Huracán, no pudo encontrar su juego y se vio superado por un Gimnasia que supo aprovechar la oportunidad para sumar una victoria vital en su lucha por escapar de la zona baja de la tabla.

Racing comenzó el partido con una formación mixta, lo que dejó al descubierto algunas falencias defensivas que Gimnasia aprovechó. El Lobo fue el dueño del primer tiempo, con un juego efectivo y una estrategia acertada. La Academia, por su parte, mostró un juego desordenado y sin ideas claras.

En el complemento, Racing intentó reaccionar con el ingreso de algunos jugadores ofensivos. Sin embargo, no logró generar peligro real en el arco de Gimnasia y se vio expuesto a los contragolpes del conjunto platense. El equipo de Avellaneda tuvo una oportunidad de empatar sobre el final del encuentro, pero Adrián Martínez estrelló un penal en el travesaño y posteriormente fue expulsado por una reacción en caliente.

Con esta derrota, Racing se quedó con 17 unidades, a dos de los líderes Huracán y Unión. El equipo de Avellaneda tendrá que levantar cabeza rápidamente para el próximo partido, que será el martes ante Huachipato por la Copa Sudamericana.

La estruendosa silbatina del final fue el castigo para un equipo que no estuvo a la altura de las individualidades que tiene.

El golpe que Gimnasia le asestó a Racing en el Cilindro fue muy duro porque le impidió quedar puntero y porque, más allá de la reacción que el local tuvo en el desenlace de un partido dramático, la diferencia pudo haber sido más amplia si el conjunto de Méndez hubiese sido más eficaz. El local, que arrancó con una formación mixta, quedó desnudo: no tuvo orden, rigor táctico ni generación de juego. Por eso el resultado fue el triunfo de la lógica y sembró interrogantes a los que Costas va a tener que encontrarles respuestas impostergables.

El Lobo fue el dueño de un primer tiempo en el que hizo prevalecer su juego y también su estrategia. Marcelo Méndez le ganó el duelo ajedrecístico a Costas. Y eso sucedió porque la lectura del entrenador uruguayo fue atinada. El visitante mostró un módulo defensivo eficaz y muy sencillo para desarticular a la Academia: fue compacto y ejerció presión sobre Barrios y Zuculini en la mitad de la cancha para que el dueño de casa no tuviese primer pase. Al local, que salió con un esquema 3-4-3, le sobró un zaguero y le faltó generación porque el equipo quedó largo, partido y muy disperso. Los de La Plata le impidieron jugar con comodidad, los delanteros del conjunto de Avellaneda recibieron siempre condicionados y de espaldas al arco. Y la visita ganó prácticamente todos los rebotes.

Gimnasia se las ingenió para que Benjamín Domínguez, el hombre que marcó la diferencia en el ataque y que abrió el partido, quede mano a mano o en posición de remate. Fueron dos las oportunidades en las que probó los reflejos de Arias con potentes disparos de media distancia. El Lobo mereció irse al vestuario en ventaja más amplia ante un Racing perdido, que evidenció problemas en el retroceso por las bandas y que apenas tuvo un cabezazo peligroso de Roger Martínez. El conjunto de Avellaneda mostró una grieta enorme en el flanco derecho de su defensa: Martirena y Di Cesare no coordinaron bien la cobertura de ese sector y Gimnasia trató de sacar provecho durante todo el partido.

En el arranque del complemento, Costas pasó por el confesionario y, con sus variantes, reconoció la falla de su planteo inicial. Además del ingreso obligado de Cambeses por Arias, quien debió salir tras presentar una molestia en un isquiotibial, el entrenador dispuso otros tres cambios tácticos para tratar de lavarle la cara al equipo: Almendra, Carbonero y Salas por Zuculini, Barrios y Solari. Revitalizado y con otra frescura, Racing creció, empezó a recuperar más rápido y comenzó a empujar. Adrián Martínez, quien había entrado poco en contacto con la pelota en los primeros 45 minutos, recibió mejor perfilado. La Academia atacó con determinación, pero también dejó espacios y se expuso a los contragolpes del equipo de La Plata, conducidos por el Pata Castro. Domínguez y Castillo tuvieron ocasiones muy claras, pero no pudieron vulnerar a Cambeses. Perdonar es un pecado capital que suele pagarse caro en el fútbol. Y el Lobo desfiló por la cornisa: Cortazzo cometió un penal por mano tras un remate de Quintero, pero Maravilla Martínez estrelló el disparo en el travesaño y luego vio la roja por una reacción en caliente. El final fue dramático, con un Gimnasia que resistió como pudo los embates de la Academia.

El Lobo que venía de sufrir cuatro derrotas consecutivas, cortó además una racha adversa de nueve encuentros sin ganar de visitante, con ocho caídas. A Racing, un equipo inestable que el martes deberá visitar a Huachipato por la Sudamericana, se le cortó una racha de seis sin caer de local. La imagen que dejó fue preocupante porque expresó una gran involución.

Gimnasia venía de sufrir cuatro derrotas consecutivas, cortó una racha adversa de nueve encuentros sin ganar de visitante.

En definitiva, Racing no estuvo a la altura de las circunstancias y dejó pasar la oportunidad de ser el puntero del torneo. El equipo de Avellaneda tendrá que trabajar duro para volver a su nivel y recuperar la confianza.

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