La región de Cuyo, compuesta por las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis, se destaca en diversos sectores económicos como la vitivinicultura, el turismo y la minería. Sin embargo, para lograr un desarrollo sostenible y enfrentar los desafíos del futuro, se necesita potenciar otras áreas, como la formación técnica. La formación técnica consiste en adquirir conocimientos y habilidades específicas en un área determinada para desempeñarse en un oficio o profesión. A diferencia de la formación universitaria, que se centra en conocimientos teóricos, la formación técnica se enfoca en la práctica y las competencias requeridas por el mercado laboral. En Cuyo, existen diversas instituciones educativas que ofrecen programas de formación técnica en áreas como la industria vitivinícola, la agroindustria, la energía renovable, la gastronomía y la tecnología. Estos programas brindan la oportunidad de desarrollar habilidades específicas y vinculadas a las demandas del mercado local y regional. Una de las ventajas de la formación técnica es su corto período de duración en comparación con una carrera universitaria. Mientras que una carrera universitaria puede llevar entre 4 y 6 años, un programa de formación técnica puede ser completado en 1 o 2 años, dependiendo del área de estudio. Además, la formación técnica ofrece una alta tasa de empleabilidad, ya que los graduados adquieren habilidades concretas y demandadas por las empresas. En un contexto en el que el desempleo es uno de los principales desafíos de la región, la formación técnica se presenta como una opción concreta para facilitar la inserción laboral de los jóvenes y contribuir al desarrollo económico de la región. Otro aspecto relevante de la formación técnica en Cuyo es la posibilidad de emprender. Muchos graduados de programas técnicos establecen sus propios emprendimientos, generando así empleo y dinamizando la economía local. En resumen, la formación técnica se consolida como una alternativa clave para el desarrollo económico y laboral en Cuyo. Ofrece la oportunidad de adquirir habilidades concretas, mejorar la empleabilidad e impulsar el emprendimiento. Es fundamental promover la formación técnica como una opción válida y atractiva para los jóvenes y como un instrumento para fortalecer la competitividad y el crecimiento de la región.