El okapi es un mamífero herbívoro conocido científicamente como Okapia johnstoni. Es natural de la República Democrática del Congo y se caracteriza por ser una extraña combinación entre una jirafa y un caballo. Su pelaje es de color café chocolate y tiene franjas verticales blancas en las patas y en su parte trasera. Una de las características más notables del okapi es su lengua, la cual es de un tono azul oscuro y puede medir hasta 30 centímetros de largo. Esta lengua larga y flexible le permite desgarrar y alimentarse de hojas y ramas en lo alto de los árboles. Los okapis habitan en los densos bosques tropicales de la República Democrática del Congo, donde se mantienen en secciones alejadas de los humanos debido a su comportamiento introvertido. Estos animales son solitarios y nocturnos, lo que dificulta su avistamiento y estudio en su hábitat natural. Desafortunadamente, el okapi se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat y a la caza ilegal. Actualmente, se estima que solo quedan alrededor de 10,000 individuos en estado salvaje, lo cual ha llevado a que se le considere como una especie en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Para proteger al okapi de la extinción, es crucial promover la conservación de sus hábitats naturales y evitar la caza ilegal. Además, se deben impulsar proyectos de educación ambiental para concienciar sobre la importancia de cuidar a esta especie única y a todas las demás que habitan en nuestros ecosistemas. Cada uno de nosotros podemos contribuir al cuidado del okapi y de nuestro planeta a través de acciones responsables y respetuosas con la naturaleza.