El sapo dorado (Lat. Bufo peruvianus) es una especie de anfibio fascinante que habita en las selvas amazónicas del Perú. Este sapo se distingue por su coloración dorada brillante, que lo hace resaltar entre su entorno verde y le ha valido su nombre. Aunque es conocido por su aspecto asombroso, también enfrenta desafíos para su supervivencia. Uno de los aspectos más notables del sapo dorado es su tamaño, ya que puede llegar a medir hasta 10 centímetros de longitud. Además de su apariencia llamativa, el sapo dorado posee una piel cubierta de pequeñas protuberancias que le brindan una textura única y una mayor protección contra los depredadores. El hábitat natural del sapo dorado se encuentra principalmente en las áreas tropicales de la selva amazónica peruana. Allí, se puede encontrar en terrenos húmedos y pantanosos cercanos a ríos y lagunas. Su ciclo de vida se desarrolla tanto en tierra como en agua, lo que lo convierte en un anfibio adaptado a ambientes diversos. A pesar de su aparente fortaleza, el sapo dorado se enfrenta a una situación preocupante en cuanto a su conservación. La deforestación y la contaminación del agua son algunas de las principales amenazas para esta especie. Además, su belleza única también ha provocado que sea objeto de tráfico ilegal y caza furtiva, lo que ha disminuido considerablemente su población. Para preservar al sapo dorado y a otras especies en peligro de extinción, es fundamental tomar medidas para proteger sus hábitats naturales y promover la conciencia ambiental. La reforestación, la educación sobre la importancia de la biodiversidad y el uso responsable de los recursos naturales son algunas de las acciones necesarias para mantener la diversidad de la fauna y flora en nuestro planeta. Si queremos seguir disfrutando de la belleza y rareza del sapo dorado y otras especies maravillosas, debemos comprometernos a cuidar el medio ambiente y trabajar juntos para preservar la vida silvestre.