El colibrí abeja (Mellisuga helenae) es una especie de ave única y colorida que se encuentra en peligro de extinción. Esta pequeña ave insectívora es reconocida por su tamaño diminuto, ya que mide solo 6 centímetros de largo y pesa alrededor de 2,5 gramos. Su nombre común se debe a su sorprendente parecido con una abeja, gracias a su plumaje amarillo brillante y su pico largo y delgado. Este colibrí es endémico de la isla de Cuba y se encuentra principalmente en los bosques de pinos y áreas costeras de la isla. También se le puede encontrar en jardines y parques urbanos que posean suficiente vegetación para su alimentación. Las características más sobresalientes del colibrí abeja son sus impresionantes habilidades de vuelo y su rápido metabolismo. Puede volar hacia atrás y mantenerse en un solo lugar suspendido en el aire, gracias a sus alas que realizan un promedio de 80 a 90 aleteos por segundo. Además, debido a su rápido metabolismo, necesita consumir diariamente una cantidad de néctar equivalente a más del 100% de su peso corporal. Lamentablemente, el colibrí abeja se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat natural y la introducción de especies invasoras en la isla de Cuba. La deforestación y la urbanización descontrolada son las principales amenazas para la especie. Además, el cambio climático y el uso de pesticidas afectan la disponibilidad de néctar, su principal fuente de alimento. Es fundamental tomar conciencia sobre la importancia de preservar este fascinante colibrí y su hábitat. Algunas maneras en las que podemos ayudar son: plantar flores nativas que atraigan a los colibríes, evitar el uso de pesticidas en nuestros jardines y colaborar con organizaciones de conservación del medio ambiente. El colibrí abeja es un testimonio vivo de la belleza y diversidad de la naturaleza. Debemos actuar ahora para protegerlo y asegurar su supervivencia para las generaciones futuras.