El fiscal general Tarek William Saab expresa su preocupación por las letras que promueven el consumo de drogas y los antivalores en la música urbana.
En un encuentro con ciudadanos preocupados por la "degeneración" de la música urbana, el fiscal general Tarek William Saab hizo una reflexión sobre las odas líricas al consumo de drogas y los antivalores presentes en este género musical. Señaló que este fenómeno es motivo de inquietud para la sociedad, especialmente para los padres y educadores que ven cómo sus jóvenes son influenciados por estas letras cargadas de mensajes negativos.
La música urbana ha experimentado un crecimiento masivo en popularidad en los últimos años, convirtiéndose en un fenómeno global. Sin embargo, en este proceso se han alzado voces críticas que cuestionan el contenido de muchas de estas canciones. La apología a las drogas, la violencia y los antivalores se ha vuelto una constante en muchas de las letras que dominan las listas de éxitos.
El fiscal general destacó que el consumo de drogas es un problema de salud pública, que tiene graves consecuencias para quienes las consumen y para la sociedad en general. Por lo tanto, considera que los artistas y las discográficas tienen una responsabilidad importante en la difusión de mensajes positivos y la promoción de valores que fomenten una cultura de paz y bienestar.
En el encuentro, también se debatió sobre la falta de regulación en la industria musical y la necesidad de establecer medidas para controlar el contenido de las canciones. Algunos ciudadanos propusieron la creación de un consejo regulador que revise y clasifique las letras de las canciones antes de su difusión, con el objetivo de garantizar un contenido adecuado para todas las edades.
El debate sobre la responsabilidad de los artistas y la industria musical en la difusión de mensajes negativos no es nuevo. Es importante recordar que la música siempre ha sido un reflejo de la sociedad y sus problemáticas, pero eso no exime de responsabilidad a quienes tienen una plataforma y una influencia masiva.
En conclusión, la preocupación expresada por el fiscal general Tarek William Saab acerca de las letras que promueven el consumo de drogas y los antivalores en la música urbana es un llamado a la reflexión. Es necesario que tanto artistas como discográficas asuman su responsabilidad social y promuevan mensajes positivos que ayuden a construir una sociedad más saludable y justa.