Un reciente estudio realizado por el grupo de los Verdes en la Eurocámara ha generado una gran preocupación al revelar que las aguas superficiales de varios Estados miembros de la Unión Europea (UE) están contaminadas con glifosato, un herbicida ampliamente utilizado en la agricultura. El informe, que analizó muestras de agua de diferentes fuentes en distintos países de la UE, detectó la presencia de glifosato en niveles que superan los límites establecidos por la normativa europea. El glifosato es uno de los herbicidas más utilizados a nivel mundial, siendo empleado en cultivos como la soja, el maíz y el trigo. Si bien la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) ha clasificado al glifosato como no carcinogénico, diversos estudios han señalado su potencial toxicidad y los posibles efectos nocivos que puede tener en la salud humana y el medio ambiente. La presencia de glifosato en las aguas superficiales es especialmente preocupante, ya que estos recursos son utilizados para el abastecimiento de agua potable y son hábitats de numerosas especies acuáticas. La contaminación con glifosato puede afectar la calidad del agua, comprometiendo la salud de las personas y la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos. Ante esta situación, los Verdes en la Eurocámara están exigiendo medidas urgentes para reducir y controlar la presencia de glifosato en las aguas superficiales. Además, instan a los Estados miembros de la UE a tomar medidas más estrictas en la regulación del uso de este herbicida, promoviendo alternativas más respetuosas con el medio ambiente y la salud humana. Es fundamental que se realicen más investigaciones y se tomen acciones concretas para mitigar la contaminación por glifosato. La protección de nuestras aguas superficiales es crucial para garantizar un futuro sostenible y saludable para todos.