En los últimos meses, los distritos de Lima Este han sido testigos de las consecuencias devastadoras del fenómeno climático conocido como el Fenómeno del Niño, que se caracteriza por un aumento en la temperatura de las aguas del Océano Pacífico, lo que provoca fuertes lluvias, desbordes de ríos y peligrosos deslizamientos de tierra. Esta situación se ha visto agravada por la reciente llegada del ciclón Yaku a la región, lo que ha dejado aún más vulnerable a esta zona de la capital peruana. Ante esta realidad, resulta sorprendente que hasta la fecha no se hayan implementado planes de prevención que permitan mitigar los efectos negativos de estos fenómenos naturales. Los distritos de Lima Este, como San Juan de Lurigancho, Ate, Santa Anita y otros, cuentan con una población considerable y un crecimiento urbano acelerado, lo que los convierte en áreas altamente vulnerables. Uno de los principales riesgos a los que se enfrentan estos distritos es el de las inundaciones debido a los desbordes de ríos como el Rímac y el Huaycoloro, que atraviesan la zona. Además, la falta de sistemas de drenaje adecuados agrava aún más esta situación, ya que impide el flujo adecuado de las aguas y provoca la acumulación de residuos sólidos, lo que favorece la proliferación de enfermedades y la contaminación del agua potable. Otro factor que contribuye a la vulnerabilidad de estos distritos es la falta de infraestructura adecuada para resistir los embates de la naturaleza. Las viviendas informales, construidas en zonas de alto riesgo, no cuentan con los cimientos y materiales necesarios para resistir los fuertes vientos, los deslizamientos de tierra y otros fenómenos naturales. Además, muchos de estos distritos carecen de vías de evacuación seguras y de refugios temporales, lo que dificulta la respuesta eficiente ante una emergencia. Ante esta situación, es urgente que las autoridades tomen medidas concretas para prevenir y mitigar los efectos de las lluvias intensas y los desbordes de ríos. Es necesario implementar sistemas de drenaje eficientes, fortalecer la infraestructura existente y construir viviendas adecuadas que brinden mayor seguridad a la población. Asimismo, se deben promover acciones de sensibilización y educación para fomentar una cultura de prevención y reducir los riesgos asociados a los desastres naturales. Es fundamental que se destinen los recursos necesarios y se establezcan planes de prevención y contingencia que permitan actuar de manera oportuna ante cualquier situación de emergencia. La vulnerabilidad de los distritos de Lima Este no puede ser ignorada, ya que las consecuencias de no tomar medidas adecuadas podrían ser catastróficas. Es responsabilidad de todos trabajar en conjunto para proteger a la población y garantizar su bienestar en caso de desastre.