El 5 de septiembre de 1985, cuatro miembros de la organización armada Abu Nidal tomaron un avión de Pan Am en Karachi, Pakistán. Los pasajeros quedaron a merced de los secuestradores, que pretendían volar a Chipre y exigir la liberación de palestinos detenidos. Tras 16 horas de negociaciones, en el interior de la nave a oscuras, se desató un infierno de ejecuciones a balazos.
El 5 de septiembre de 1985 quedó marcado en la historia como uno de los días más trágicos en el mundo de la aviación. Cuatro miembros de la organización armada Abu Nidal protagonizaron un secuestro en un avión de la compañía Pan Am que había aterrizado en Karachi, Pakistán. Lo que debería haber sido un vuelo normal se convirtió en una pesadilla para los pasajeros que, de un momento a otro, quedaron a merced de los secuestradores.
Los secuestradores tenían como objetivo volar hacia Chipre y exigir la liberación de palestinos detenidos. Durante 16 horas de angustia e incertidumbre, las negociaciones se llevaron a cabo en el interior de la aeronave a oscuras, sin saber lo que estaba por venir.
Finalmente, el infierno se desató cuando los secuestradores empezaron a ejecutar a balazos a varios pasajeros. La situación se volvió caótica y el pánico se apoderó de todos los presentes. Los intentos de escape fueron en vano, ya que los secuestradores mantenían un control total de la situación.
Este trágico suceso puso de manifiesto la vulnerabilidad de la aviación civil ante el terrorismo y dejó una profunda huella en la memoria colectiva. Hoy en día, recordamos este incidente como una muestra más de la crueldad humana y la necesidad de seguir luchando contra estos actos violentos.