Alexander Dolgopolov y Sergiy Stakhovsky, ex profesionales del tenis, decidieron alistarse en el ejército poco después de retirarse para ofrecer sus habilidades en la defensa de Ucrania. Ambos consideran que muchas de las destrezas adquiridas en las canchas pueden ser transferidas a la guerra.
Alexander Dolgopolov y Sergiy Stakhovsky, dos destacados tenistas ucranianos, tomaron una valiente decisión al retirarse de las pistas: unirse al ejército de su país para contribuir con su defensa. Ambos deportistas consideran que su experiencia en el tenis les ha brindado habilidades y características que pueden ser útiles en el ámbito militar.
Dolgopolov, de 33 años, y Stakhovsky, de 36 años, han enfrentado grandes retos y presiones en su carrera deportiva, lo que les ha permitido desarrollar una mentalidad fuerte y la capacidad de tomar decisiones rápidas bajo estrés. Estas cualidades, según ellos, son igualmente aplicables en situaciones de combate.
En palabras de Dolgopolov, "muchas cosas que usas en el tenis las puedes transferir a la guerra. Piensas rápido, puedes desempeñarte bien bajo presión y no te asustas mucho", enfatizando así la utilidad de las habilidades mentales y emocionales adquiridas en su trayectoria en el tenis.
Por su parte, Stakhovsky también resalta la importancia de la disciplina y el trabajo en equipo, dos aspectos fundamentales en el mundo del tenis que son igualmente valiosos en el ámbito militar. "En el tenis, aprendí la importancia de trabajar en conjunto para alcanzar metas comunes, lo cual también es esencial en situaciones de guerra", afirmó el ex tenista.
La decisión de Dolgopolov y Stakhovsky de unirse al ejército refleja su profundo compromiso con Ucrania y su deseo de contribuir activamente en la defensa del país. Aunque su carrera en el tenis haya concluido, estos dos deportistas demuestran que su pasión por servir y proteger trasciende los límites del deporte.
Sin duda, la historia de estos dos tenistas ucranianos es inspiradora y demuestra cómo el deporte puede no solo forjar atletas de alto rendimiento, sino también ciudadanos comprometidos con su nación. Dolgopolov y Stakhovsky son un ejemplo de valentía y entrega, y su decisión de unirse al ejército merece ser reconocida y admirada.