La Ciudad de México y su zona conurbada se enfrentan a un grave problema de contaminación del aire. Diversos estudios han demostrado que el ambiente en esta área presenta altos niveles de contaminantes que representan un riesgo para la salud de sus habitantes. Entre los contaminantes más comunes se encuentran los gases provenientes de la combustión de vehículos, las partículas en suspensión generadas por la actividad industrial, y los compuestos químicos liberados por las plantas de energía y la quema de basura. Estos contaminantes son inhalados por las personas y pueden causar una serie de efectos negativos en la salud. La exposición continua a niveles altos de contaminación del aire puede provocar problemas respiratorios, enfermedades cardíacas y cáncer. Ante esta situación, las autoridades capitalinas han establecido medidas para intentar reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire. Estas medidas incluyen la implementación de programas de verificación vehicular, la promoción del uso de transporte público y el establecimiento de días sin automóviles. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la calidad del aire en la Ciudad de México sigue siendo preocupante. Es importante que la población tome conciencia sobre la importancia de reducir su huella de carbono y tomar medidas para proteger su salud y la del medio ambiente. En conclusión, la Ciudad de México y su zona conurbada se enfrentan a un serio problema de contaminación del aire. Es crucial que tanto las autoridades como los ciudadanos tomen acciones para reducir los niveles de contaminantes y mejorar la calidad del aire que respiramos.