El nuevo Gobierno de Argentina ha recibido un país con diversas deudas y compromisos que fueron adquiridos por la administración anterior. Entre estos se destacan las deudas generadas por la pandemia del COVID-19, que ha afectado gravemente la economía del país. Esta crisis sanitaria ha requerido grandes inversiones en salud y ayuda económica para los sectores más afectados, lo que ha generado un déficit importante en las cuentas del Estado. Otra de las deudas que el nuevo Gobierno ha heredado es la del fondo de estabilización de precios de los combustibles. Este fondo fue creado para compensar las fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo y garantizar precios estables para los consumidores argentinos. Sin embargo, el anterior Gobierno utilizó parte de este fondo para financiar otros gastos, dejando un déficit significativo que debe ser cubierto. Además, el nuevo Gobierno también debe enfrentar las deudas acumuladas con las Entidades de Pagos y Servicios (EPS). Estas entidades brindan servicios de salud y seguridad social a la población, y el Estado ha acumulado deudas con ellas durante varios años. Esto ha generado una gran presión financiera sobre las EPS, que no han recibido los pagos correspondientes por sus servicios. El nuevo Gobierno tendrá que buscar soluciones para regularizar esta situación y garantizar la prestación de estos servicios tan importantes para la población. Por último, el nuevo Gobierno ha heredado un importante crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Argentina solicitó este crédito durante la administración anterior para hacer frente a sus problemas económicos y financieros. Sin embargo, este préstamo ha generado altos intereses y condiciones difíciles de cumplir. El nuevo Gobierno deberá trabajar en renegociar este crédito y establecer nuevas condiciones que sean más favorables para el país. En resumen, el nuevo Gobierno de Argentina ha recibido varias deudas y compromisos del anterior, que incluyen las deudas de la pandemia, el déficit del fondo de estabilización de precios de los combustibles, deudas con las EPS y un crédito con el Fondo Monetario Internacional. Estas deudas representan desafíos importantes para el nuevo Gobierno, que deberá tomar medidas para estabilizar la economía y garantizar el bienestar de la población.