La sentencia pro "conspiración" en el caso de la muerte de Mahsa Amini se conoció a dos semanas del primer aniversario de este trágico suceso. Las reporteras iraníes Negin Bagheri y Elnaz Mohammadi, quienes habían investigado y denunciado el hecho, recibieron una pena parcialmente suspendida de cinco años y se les impuso una prohibición de salir del país. Mahsa Amini, una joven iraní de 26 años, falleció en octubre de 2020 mientras se encontraba bajo custodia policial en la ciudad de Shahr-e Rey. Su muerte generó protestas masivas en todo el país y un amplio debate sobre los abusos policiales y la violación de derechos humanos en Irán. Durante el transcurso de la investigación, Bagheri y Mohammadi desempeñaron un papel fundamental al entrevistar a testigos, recopilar pruebas y llevar a cabo una investigación periodística exhaustiva sobre el caso. Sus informes revelaron presuntas fallas en el sistema de justicia y pusieron de manifiesto la brutalidad policial y la falta de rendición de cuentas de los responsables. Sin embargo, en un giro sorprendente, las reporteras fueron acusadas y condenadas por "conspiración", alegando que sus esfuerzos por sacar a la luz la verdad sobre la muerte de Amini eran parte de una conspiración contra el gobierno. Esta sentencia ha sido ampliamente criticada por organizaciones defensoras de los derechos humanos y la libertad de prensa, que la consideran un intento de silenciar a los periodistas y encubrir la verdad. La pena de cinco años parcialmente suspendida impuesta a Bagheri y Mohammadi significa que no serán enviadas a prisión de inmediato, pero permanecerán bajo vigilancia y con restricciones en su libertad. Además, se les ha prohibido salir del país, lo que limita su capacidad para continuar su trabajo como periodistas y defensoras de los derechos humanos. Esta sentencia ha generado un profundo impacto en la comunidad periodística y en la lucha por la libertad de prensa en Irán. Numerosos periodistas y defensores de los derechos humanos han manifestado su solidaridad con Bagheri y Mohammadi, exigiendo su liberación y el cese de la persecución a la prensa independiente en el país. A medida que se acerca el primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini, es fundamental recordar su trágico caso y el coraje de aquellos periodistas que se atreven a arriesgarlo todo para sacar a la luz la verdad. La condena de Bagheri y Mohammadi es un recordatorio de la importancia de proteger la libertad de prensa y garantizar la justicia para las víctimas de abusos y violaciones de derechos humanos.