El Axolotl, científicamente conocido como Ambystoma mexicanum, es una especie de salamandra que se encuentra en el centro de México, específicamente en los sistemas acuáticos de los lagos y canales de Xochimilco y Chalco. Esta increíble criatura destaca por su habilidad única para regenerar tejidos y sus características físicas inusuales. El hábitat natural del Axolotl es uno de los principales factores que influye en sus características únicas. Estos animales son neoténicos, es decir, que mantienen su forma larval a lo largo de su vida, conservando branquias y una apariencia similar a los renacuajos. A diferencia de la mayoría de las salamandras, el Axolotl nunca desarrolla pulmones y permanece acuático durante toda su vida. Su coloración varía entre el gris oscuro y el negro, pero también pueden presentar formas albino o melanística. Sus ojos son pequeños y negros, y su cuerpo está cubierto de piel sin escamas. Una de las características más destacadas del Axolotl son sus branquias externas, que se ramifican en estructuras similares a plumas, permitiéndole respirar bajo el agua.