Un informe reciente de Unicef ha revelado una cifra alarmante: 4,2 millones de niños menores de cinco años en Argentina tienen exceso de peso. Esta preocupante realidad plantea la necesidad urgente de que los gobiernos inviertan recursos en la infancia y tomen medidas para abordar este grave problema de salud pública. La obesidad infantil es una epidemia mundial que afecta a millones de niños en todo el mundo. Los niños con exceso de peso corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y trastornos del metabolismo. Además, el sobrepeso puede tener un impacto negativo en la autoestima y el desarrollo psicológico de los niños. Según el informe de Unicef, el exceso de peso en los niños menores de cinco años es una consecuencia directa de la mala alimentación y la falta de actividad física. El acceso limitado a alimentos saludables y la promoción agresiva de productos ultra procesados contribuyen a este problema. Para abordar este desafío, es fundamental que los gobiernos inviertan recursos en programas y políticas que promuevan una alimentación saludable y la actividad física entre los niños. Esto incluye garantizar un acceso equitativo a alimentos saludables, promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y fomentar la educación nutricional en las escuelas. Además, es necesario regular la publicidad de alimentos poco saludables dirigida a los niños y promover entornos seguros y saludables, como parques y espacios públicos donde los niños puedan jugar y hacer ejercicio de manera segura. Las medidas tomadas ahora para abordar la obesidad infantil tendrán un impacto significativo en la salud y el bienestar de las futuras generaciones. Es responsabilidad de los gobiernos y la sociedad en su conjunto garantizar un futuro saludable para nuestros niños.