Tras culminar la fase de cierre institucional, ha dado inicio el proceso de evaluación de los daños causados y las acciones de reparación que debe emprender una organización política. Durante el período de cierre, se llevó a cabo una exhaustiva revisión de todas las áreas y estructuras de la organización, con el fin de identificar las fallas y responsabilidades que condujeron a la situación actual. La evaluación de los daños se enfoca en determinar las repercusiones causadas por las irregularidades, los actos de corrupción, el mal manejo financiero, entre otros problemas que hayan afectado a la organización política. Se busca comprender el alcance y magnitud de las consecuencias, para luego tomar medidas correctivas y de reparación. En esta etapa, expertos en distintas áreas, tales como legal, financiera, comunicación y relaciones públicas, están siendo convocados para realizar un análisis detallado y exhaustivo de las deficiencias encontradas. Se espera que este proceso sea transparente y que todas las partes involucradas tengan la oportunidad de expresar sus opiniones y aportar con soluciones. Una vez finalizada la evaluación de daños, se procederá a implementar las acciones de reparación necesarias. Estas pueden incluir cambios en la estructura organizativa, revisiones y modificaciones de los estatutos, sanciones a los responsables de las irregularidades, restitución de fondos, entre otras medidas. Es importante destacar que, si bien esta etapa puede resultar difícil para la organización política, también representa una oportunidad para reconstruir la confianza perdida y sentar las bases de una gestión más transparente y ética. La adopción de medidas de reparación, así como la implementación de controles y mecanismos de prevención, fortalecerán la organización y la prepararán para enfrentar futuros desafíos con integridad.