El dirigente opositor nicaragüense, cuyo nombre no se ha revelado por motivos de seguridad, presentará un escrito ante la 54ª sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, en el marco del Examen Periódico Universal (EPU). Este informe detallado denunciará las numerosas violaciones a los derechos humanos que se están produciendo en Nicaragua, y destacará la represión sistemática y la violencia ejercida contra la oposición política y los defensores de derechos humanos. Esta presentación es de vital importancia, ya que permitirá a la comunidad internacional tomar conciencia de la grave situación que se vive en Nicaragua. A lo largo de los últimos años, el gobierno nicaragüense ha utilizado tácticas agresivas para silenciar a la oposición, incluyendo la detención arbitraria, la tortura y el asesinato de activistas políticos y manifestantes pacíficos. El informe también hará hincapié en la falta de independencia judicial y la ausencia de garantías para un juicio justo. En Nicaragua, el sistema judicial ha sido utilizado como una herramienta para reprimir y perseguir a los críticos del gobierno, y los casos de presos políticos se han multiplicado en los últimos años. Además de la denuncia de las violaciones a los derechos humanos, el dirigente opositor también pedirá a la comunidad internacional que tome medidas concretas para presionar al gobierno nicaragüense a respetar los derechos humanos y garantizar el fin de la impunidad. Exigirá la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos, el cese de la represión y la violencia contra la oposición, y la restauración del estado de derecho en el país. El Examen Periódico Universal es un mecanismo creado por las Naciones Unidas para evaluar de manera periódica la situación de los derechos humanos en todos los países miembros. Todos los Estados miembros son sometidos a este examen cada cuatro años y medio, y deben presentar informes sobre las medidas que hayan adoptado para mejorar los derechos humanos en sus respectivos países. La presentación del informe por parte del dirigente opositor nicaragüense ante el Consejo de Derechos Humanos es una oportunidad para visibilizar la grave crisis de derechos humanos en Nicaragua y para instar a la comunidad internacional a tomar medidas concretas para su resolución. Se espera que esta acción contribuya a aumentar la presión sobre el gobierno nicaragüense y a promover la justicia y el respeto a los derechos humanos en el país.