Hace una década, la relación entre los actores Gloria Carrá y Luciano Cáceres llegó a su fin de manera abrupta. En una entrevista reciente, Carrá, quien mantiene un perfil bajo en cuanto a su vida privada, decidió romper el silencio y dar a conocer los detalles de una separación que la ha mantenido envuelta en un prolongado conflicto legal. La actriz describe la separación como un evento unilateral e inesperado: Cáceres abandonó el hogar familiar sin previo aviso ni explicaciones. Este hecho marcó el inicio de una batalla legal por la división de bienes que se extiende hasta el día de hoy. En juego están dos casas en Tortuguitas y un automóvil, elementos que, según Carrá, fueron adquiridos durante el matrimonio. La actriz detalla que, aunque ella utiliza el automóvil a diario, la propiedad legal está a nombre de Cáceres, lo que le impide disponer del mismo libremente. Esta situación, según ella, ejemplifica la violencia económica que sufrió durante y después de la separación. El litigio, según Carrá, no busca un enriquecimiento ilícito, sino una división justa de los bienes adquiridos durante la unión con Cáceres. A pesar de los años transcurridos y el desgaste emocional, la actriz se muestra decidida a continuar la batalla legal hasta alcanzar una resolución equitativa. Esta perseverancia se ve reforzada por el apoyo de su psicóloga, quien la ha alentado a no desistir en su reclamo. Carrá destaca la importancia de dar visibilidad a las experiencias de las mujeres que enfrentan situaciones similares en silencio, denunciando el maltrato psicológico y económico que a menudo no se ve, pero que impacta profundamente en la vida de las madres solteras. Su decisión de hablar públicamente no es un intento de manchar la imagen de su expareja, sino una forma de concientizar sobre las dinámicas de poder desiguales que existen en muchas relaciones y que suelen quedar ocultas por el miedo al juicio público. La actriz enfatiza que, pese al litigio, mantiene una relación cordial con Cáceres en lo referente a la crianza de su hija Amelia, buscando preservar la estabilidad de la niña en medio de la controversia. La entrevista deja al descubierto la complejidad emocional de la situación y la determinación de Carrá para lograr una resolución justa, no solo por motivos económicos, sino también para cerrar un capítulo doloroso de su vida y enviar un mensaje de empoderamiento a otras mujeres.