La Final Olvidada: Cuando River le Ganó a Boca en 1989

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Más allá de las finales épicas que todos recuerdan, River y Boca jugaron una final decisiva en 1989 por un cupo a la Copa Libertadores. Una batalla olvidada que merece ser recordada.

El Superclásico argentino es sinónimo de pasión, rivalidad y momentos inolvidables. Tres finales se graban a fuego en la memoria de los hinchas: el Nacional 1976, la Supercopa Argentina 2018 y la Libertadores 2018. Sin embargo, existe una cuarta final, una batalla olvidada en las crónicas futbolísticas, que merece ser rescatada del olvido: la disputada en 1989 entre River Plate y Boca Juniors por la clasificación a la Copa Libertadores 1990. En la temporada 1988/89, Independiente se consagró campeón. Para definir el segundo equipo argentino en la Copa Libertadores, se implementó una liguilla con dos torneos: el Octogonal (para los mejores equipos) y el Torneo de Clasificación (para el resto). River, tras quedar sexto en la temporada regular, cayó en el Octogonal y se vio obligado a luchar en el Torneo de Clasificación. El camino fue arduo: eliminó a Chaco For Ever, Argentinos Juniors, y Deportivo Español. En la final, se enfrentó a Boca, un rival que había perdido la final del Octogonal contra San Lorenzo. Esta final, a todos los efectos, definió el pase a la Libertadores. Se disputaron dos partidos infructuosos que terminaron 0-0, tanto en el Monumental como en La Bombonera. La frustración de los hinchas xeneizes fue tal que, desde las tribunas, se escuchó un sonoro "Ladrones", en referencia al pobre espectáculo brindado por ambos equipos. El tercer partido, disputado en el estadio de Vélez Sarsfield, bajo una fría noche invernal, fue un encuentro dramático. River, bajo la dirección técnica de Reinaldo Merlo, impuso un esquema cauteloso para cuidar el resultado. A los 3 minutos, José Serrizuela anotó el primer gol para el Millonario. Omar Palma y Juan José Borrelli tuvieron oportunidades para aumentar la ventaja. Sin embargo, a los 35 minutos, se desató una batalla campal: Alfredo Graciani, delantero de Boca, le propinó una brutal trompada a Serrizuela. El árbitro Juan Bava, con una presunta animadversión hacia Daniel Passarella, expulsó a ambos jugadores; Graciani por la agresión, y Passarella, quien jugaba su último partido como jugador de River. Con diez jugadores por lado, River consolidó su victoria con un gol de Ramón Centurión en el segundo tiempo. Boca descontó sobre el final con un tanto de Claudio Marangoni, pero la victoria de River (2-1) ya estaba asegurada. Este triunfo tuvo un valor triple: por ser un Superclásico, por ser una final y por la clasificación a la Copa Libertadores. Luego de esta victoria, River disputó la final de la Liguilla contra San Lorenzo. Con un gol de Gabriel Batistuta en la ida y un empate sin goles en la vuelta, River se aseguró el segundo cupo a la Copa Libertadores 1990, llegando hasta las semifinales. Si bien esta final River-Boca no otorgó un título ni una estrella, su importancia radica en la trascendencia de la clasificación a un torneo internacional y en la victoria sobre el eterno rival en un encuentro decisivo. Una final olvidada, pero no por eso menos importante en la rica historia del Superclásico.
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