Sebastián Báez ha escrito una página dorada en la historia del tenis argentino. El joven de 24 años se coronó como el primer bicampeón del ATP 500 de Río de Janeiro, tras vencer al francés Alexandre Muller en una final dominante por 6-2 y 6-3. Este triunfo no solo marca un hito personal para Báez, sino que también resalta la creciente fuerza del tenis argentino en la escena internacional. La victoria sobre Muller fue un reflejo del gran momento de Báez. A pesar de llegar al torneo tras una racha de siete derrotas consecutivas y tras haber competido en un Challenger Tour para recuperar su ritmo, el argentino demostró una solidez mental y una consistencia en su juego que lo llevaron a dominar el partido desde el inicio. Su estrategia, basada en un juego sólido desde el fondo de la pista, tiros ganadores precisos y una inteligente gestión de los puntos clave, dejó a Muller sin respuestas. El francés, quien llegó a la final con un impresionante récord de 15 victorias y solo una derrota ante argentinos desde junio de 2022, se vio superado por la potencia y la precisión de Báez. A pesar de comenzar el segundo set con un quiebre, Muller no pudo contener la superioridad del argentino, quien recuperó el quiebre y finalmente cerró el partido con un derechazo cruzado imparable. La final en el estadio Guga Kuerten fue un espectáculo para los espectadores, quienes vibraron con cada punto disputado. La emoción llegó a su punto culminante al final del partido, cuando Juan Martín del Potro, figura icónica del tenis argentino, fue el encargado de entregarle el trofeo a Báez. Este emotivo momento simboliza la conexión entre generaciones y la continuidad del éxito del tenis argentino. El triunfo de Báez en Río de Janeiro no es solo un éxito aislado. Es el resultado de un arduo trabajo, una perseverancia inquebrantable y una confianza en su propio juego que lo llevaron a superar momentos difíciles. Su victoria también se debe a la guía de su entrenador, Sebastián Gutiérrez, quien ha sido fundamental en su desarrollo como jugador. Con este séptimo título ATP en nueve finales, Báez se consolida como uno de los tenistas argentinos más destacados del momento, igualando el registro de Guillermo Cañas. Su victoria, además, tiene un peso extra al defender el título conseguido en 2024, una hazaña que ni siquiera figuras como Rafael Nadal o Carlos Alcaraz habían logrado en Río de Janeiro. Sus 73 victorias en polvo de ladrillo desde el inicio de 2022 demuestran su dominio en esta superficie. El camino hacia el bicampeonato no fue fácil. Después de una serie de derrotas consecutivas, Báez decidió competir en un Challenger Tour para recuperar confianza y ritmo de juego. Esta decisión, arriesgada pero inteligente, resultó ser crucial para su éxito en Río. Su desempeño en el torneo mostró una notable evolución y una determinación inquebrantable. La victoria de Báez en Río de Janeiro es una inyección de optimismo para el tenis argentino. Su triunfo se suma a los éxitos recientes de otros tenistas argentinos y confirma la presencia de una nueva generación de talentos que promete grandes cosas en el futuro. La defensa exitosa de su título no solo resalta su habilidad y madurez tenística sino también su capacidad para superar la adversidad y alcanzar sus objetivos más ambiciosos.