La República Popular China se ha convertido en un actor dominante en la escena global, desafiando el orden internacional establecido y redefiniendo las relaciones internacionales. Comprender su política exterior es crucial para cualquier analista, político o ciudadano interesado en el futuro del mundo. Este artículo explora las claves para entender el comportamiento de China en el escenario internacional, desde sus raíces históricas hasta sus ambiciones presentes y futuras.

Las Raíces Históricas: El Peso del Pasado

La historia de China, marcada por siglos de grandeza, humillación y lucha por la modernización, ha moldeado profundamente su visión del mundo y su estrategia internacional. El “Tributo System” de la época imperial, el “Siglo de Humillación” y el posterior surgimiento como potencia bajo el liderazgo del Partido Comunista han forjado una identidad nacionalista y una determinación por recuperar el lugar que China considera le corresponde en el orden global. Esta perspectiva histórica impregna la política exterior china, impulsando su deseo de una reforma del sistema internacional que refleje su creciente poder.

El Sistema Político: Autoritarismo y Eficiencia

El sistema político chino, basado en el liderazgo del Partido Comunista de China (PCC), se caracteriza por su centralización, su autoritarismo y su eficiencia en la implementación de políticas a gran escala. Aunque el sistema carece de las libertades individuales y políticas presentes en las democracias occidentales, su modelo ofrece una alternativa atractiva para muchos países en desarrollo, particularmente aquellos que priorizan la estabilidad económica y social por encima de otros valores. La estructura política del PCC permite una toma de decisiones rápida y coordinada, ofreciendo una ventaja significativa en la implementación de estrategias a largo plazo, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

El Motor Económico: El Capitalismo de Estado

El crecimiento económico de China en las últimas décadas ha sido asombroso. Su modelo de “capitalismo de Estado”, que combina la planificación centralizada con la apertura al mercado, ha generado una potencia económica sin precedentes. Sin embargo, este modelo no está exento de problemas, incluyendo la creciente desigualdad, la burbuja de la deuda y los riesgos sistémicos asociados a la planificación económica a gran escala. La estrategia económica de China se extiende al plano internacional, utilizando inversiones, préstamos y comercio para expandir su influencia global y asegurar el acceso a recursos clave.

La Sociedad China: Una Transformación Profunda

La sociedad china está experimentando una profunda transformación. El rápido crecimiento económico ha llevado a una creciente clase media, cambios en los valores sociales y una mayor demanda de libertades individuales. A pesar del control del PCC, la sociedad china es dinámica y compleja, mostrando una coexistencia de tradición y modernidad, con tensiones entre la modernización y la identidad nacional. Entender estas dinámicas internas es clave para comprender las prioridades y limitaciones de la política exterior china.

La Política Exterior: Un Juego de Largo Alcance

La política exterior china se caracteriza por su pragmatismo, su visión a largo plazo y su creciente asertividad. La Iniciativa de la Franja y la Ruta es un ejemplo emblemático de su estrategia para expandir su influencia global mediante la inversión en infraestructura en países de Asia, África y América Latina. La política exterior china también se centra en el multilateralismo, la no injerencia en asuntos internos y la defensa de sus intereses nacionales, incluso en áreas consideradas de soberanía de otros países. La creciente presencia militar china y su postura en disputas territoriales, así como su relación compleja con Taiwan, añaden capas de complejidad a esta estrategia.

Conclusión: Un Futuro Incierto

El futuro de China y su papel en el orden internacional sigue siendo incierto. Su ascenso económico y su creciente poderío militar presentan tanto oportunidades como desafíos para el resto del mundo. Comprender las complejidades de su política exterior, sus motivaciones y sus limitaciones es fundamental para navegar en este nuevo mundo multipolar y construir relaciones internacionales más estables y cooperativas. El estudio continuo de este país es esencial para comprender y afrontar las transformaciones del siglo XXI.