En una noche llena de expectativas y drama contenido, Oleksandr Usyk demostró una vez más su superioridad sobre Tyson Fury, venciendo al 'Rey Gitano' por decisión unánime en su revancha celebrada en Arabia Saudita. Las tarjetas de los tres jueces coincidieron en un 116-112 a favor del ucraniano, sellando su victoria y confirmando su reinado como el indiscutible campeón de peso pesado. Si bien la primera pelea entre ambos fue un encuentro cerrado que culminó en una victoria por puntos para Usyk, esta revancha mostró una estrategia más refinada por parte del campeón. Usyk, más ágil y preciso, utilizó su velocidad y sus precisos golpes al cuerpo para mantener a raya a Fury, quien, aunque imponente por su tamaño, se vio ligeramente lento y menos efectivo que en su anterior encuentro. Fury, conocido por su poderío y su estilo de pelea agresivo, intentó imponer su fuerza física y aprovechar su ventaja de altura, pero la destreza y la inteligencia boxística de Usyk neutralizaron eficazmente sus intentos. El combate, aunque carente de momentos de gran dramatismo, fue un inteligente juego de ajedrez entre dos grandes peleadores. El ucraniano demostró un control impecable del ring y una capacidad asombrosa para contrarrestar los ataques de Fury. Las bolsas millonarias de ambos boxeadores también fueron un punto destacado de la pelea. Usyk se embolsó 105 millones de dólares, mientras que Fury recibió 85,5 millones. Esta disparidad en las ganancias, en comparación con la primera pelea, reflejó el creciente estatus de Usyk como el rey indiscutible de la división. La influencia de Turki Al-Sheikh, quien adquirió la revista The Ring y está impulsando iniciativas de gran envergadura en el mundo del boxeo, fue crucial en la organización de esta mega-pelea. Su ambiciosa estrategia de promoción, incluyendo transmisiones en vivo en Instagram y X, ha revitalizado la cobertura mediática del deporte, aunque también genera debates sobre el alcance y las consecuencias de su poder. Tras la victoria, Usyk, a sus 37 años, fortalece su posición como el mejor peso pesado del mundo y uno de los mejores libra por libra. Su récord invicto de 23 victorias y 14 nocauts, incluyendo dos victorias sobre Anthony Joshua y triunfos contra Daniel Dubois y Derek Chisora, lo colocan en un lugar privilegiado en la historia del boxeo. Por otro lado, Fury, con 34 victorias, 24 por nocaut, y una sola derrota, afronta una nueva realidad. Aunque continúa siendo un boxeador de élite, la derrota ante Usyk podría marcar el final de una era en su carrera. Su futuro en el cuadrilátero sigue siendo incierto. En definitiva, la revancha Usyk vs. Fury fue un triunfo de la estrategia, la velocidad y la precisión. Usyk demostró una vez más por qué es considerado el mejor, consolidando su posición como el rey de la división de peso pesado y dejando en claro que su reinado, al menos por ahora, no tiene fin.