Descubre quiénes fueron las 12 personas que, tras un juicio por jurados histórico, declararon culpable a Martín Del Rio por el doble parricidio de sus padres. Un análisis de sus perfiles, deliberaciones y el impacto de su veredicto.
El juicio por el doble parricidio de Vicente López que tuvo como acusado a Martín Del Rio culminó con un veredicto unánime de culpabilidad. Pero más allá del acusado y la tragedia, este caso ha puesto el foco en el rol fundamental del jurado popular. Doce ciudadanos, anónimos hasta hace una semana, fueron los encargados de decidir el destino de Del Rio. ¿Quiénes fueron estas personas que tomaron una decisión tan trascendental? Infobae reconstruye sus perfiles, basándose en la información disponible tras la finalización del juicio.
El jurado, compuesto por seis hombres y seis mujeres, representaba una variada gama de edades, profesiones y experiencias. Sus edades fluctuaron entre los 25 y los 65 años aproximadamente, con un promedio de entre 30 y 50. Entre ellos se encontraban un estudiante universitario, una psicóloga, una profesora de inglés, una ama de casa, una empleada doméstica, un jubilado ex contador y profesor, y otros profesionales. La variedad de sus ocupaciones destaca la representatividad del sistema de jurados, llamando la atención la presencia de un joven que, de visita en Argentina desde España, decidió participar activamente en el proceso.
El proceso de selección del jurado fue exhaustivo, buscando individuos sin prejuicios previos ni vínculos con las partes involucradas. Sin embargo, la experiencia vivida durante la semana del juicio, con más de 40 horas de audiencias, forjó una conexión inesperada entre ellos. Las pausas para almorzar y merendar revelaron detalles de sus vidas personales; se descubrieron gustos compartidos (un hincha de Boca, por ejemplo), y diferencias en las preferencias alimenticias (vegetarianos y celíacos entre los jurados). Incluso se registraron momentos de tensión, atención plena, cansancio, y hasta lágrimas ante los testimonios emotivos, especialmente los de la ex esposa de Del Rio y su padre.
La rapidez del veredicto sorprendió a todos. Se esperaba una deliberación de al menos dos horas, dada la gravedad del cargo y la necesidad de unanimidad para una condena. Sin embargo, en apenas 30 o 40 minutos, los 12 jurados llegaron a un acuerdo unánime declarando a Martín Del Rio culpable de doble homicidio simple agravado por el vínculo, alevosía y uso de arma de fuego. Esta celeridad ha generado diversas interpretaciones, desde una clara y contundente evidencia hasta una posible falta de análisis exhaustivo. La misma celeridad del veredicto es un dato relevante para analizar el peso de la evidencia presentada por la Fiscalía durante el proceso.
La identidad de los jurados permanece anónima, protegiendo su privacidad después de su participación en un caso tan mediático y emotivo. Sin embargo, su rol en el sistema judicial argentino queda destacado como un ejemplo de la participación ciudadana en la administración de justicia. La decisión tomada por estos doce individuos tuvo consecuencias irreversibles en la vida de Del Rio y sus familias, demostrando el peso de la responsabilidad que asumieron al ser parte del Tribunal Popular. El caso continúa generando debate sobre la eficacia y justicia del sistema de jurados en Argentina, pero la figura de estos doce anónimos ha pasado a formar parte de la historia judicial del país.