Enzo Fernández llegó al Chelsea con la etiqueta de fichaje récord y una gran expectación. Sin embargo, su adaptación no fue sencilla. Problemas extrafutbolísticos y una posición en el campo que no maximizaba sus habilidades contribuyeron a un comienzo irregular. Pero la llegada de Enzo Maresca ha marcado un antes y un después en la carrera del joven argentino en el club londinense.
Maresca, con su visión táctica, ha sido fundamental en el renacimiento de Fernández. El entrenador italiano ha implementado un sistema 3-1-5-1 que aprovecha al máximo las virtudes del mediocampista. En lugar de relegarlo a un rol más defensivo, como ocurría bajo la dirección de Pochettino, Maresca lo ha posicionado en una zona más adelantada, en el centro-izquierda, donde puede acercarse al área con frecuencia y explotar su talento ofensivo. Esta nueva ubicación ha dado como resultado dos goles consecutivos en la Premier League, ante Leicester y Aston Villa, y seis asistencias en lo que va de temporada.
Pero el cambio no se limita a la posición en el campo. Maresca ha depositado en Enzo la confianza necesaria, otorgándole la capitanía del equipo. Esta muestra de fe ha sido crucial para que el jugador recupere la seguridad y la tranquilidad necesarias para brillar. A pesar de que no ha sido titular en todos los partidos –ha participado en 16 de los 21 encuentros de la temporada, una ausencia que representa un 25%–, su impacto en el campo se ha intensificado en las últimas semanas, convirtiéndose en una figura indispensable para el Chelsea.
La estrategia de Maresca también incluye la integración de otros jugadores, creando un juego colectivo fluido donde cada pieza cumple un rol específico. La labor de contención de Moisés Caicedo, la ubicación de Romero Lavia y la participación de Cole Palmer complementan el juego de Fernández, permitiendo una mayor fluidez y profundidad ofensiva.
El éxito del plan es evidente en las estadísticas y en el desempeño del equipo. Fernández se ha convertido en una de las piezas más valiosas del Chelsea, justificando así la millonaria inversión realizada por el club. Su explosión goleadora y su capacidad para asistir a sus compañeros son el mejor ejemplo de la efectividad de la estrategia implementada por Maresca. Un ejemplo de cómo una modificación en la posición, combinada con la confianza del entrenador, puede transformar a un jugador y al equipo entero.
La historia de Enzo Fernández en el Chelsea aún está en desarrollo, pero lo que es innegable es el cambio positivo que ha experimentado gracias a la visión estratégica de Enzo Maresca. El plan maestro ha funcionado, y el potencial del joven argentino parece estar finalmente desatado.