El 27 de noviembre de 2024, Luis Advíncula protagonizó un momento que pasará a la historia de Boca Juniors, aunque no por buenas razones. Su expulsión en la semifinal de la Copa Argentina contra Vélez Sarsfield marcó un punto de inflexión en su relación con la afición 'xeneize'. La derrota 4-3 y la eliminación del torneo fueron consecuencia directa de la temprana expulsión del lateral peruano, dejando a su equipo con 10 jugadores durante la mayor parte del encuentro. La polémica no se centra únicamente en la expulsión, sino en el contexto general del partido y la trayectoria reciente del jugador. Advíncula, antes un ídolo por sus actuaciones en la Copa Libertadores del año pasado, experimentó un descenso en su rendimiento en los últimos meses, convirtiéndose en uno de los puntos débiles del equipo. Su expulsión, producto de dos tarjetas amarillas por faltas consideradas imprudentes, se interpretó como el culmen de esta baja de forma. La primera tarjeta amarilla, recibida al final del primer tiempo, fue por derribar a Matías Pellegrini en una situación de mano a mano con el arquero, una falta que muchos consideraron merecía una roja directa por ser el último hombre. La segunda amarilla, y consecuente roja, llegó al inicio del segundo tiempo por una entrada dura a Pellegrini, en una acción que nuevamente generó debate sobre su necesidad e intención. Las reacciones no se hicieron esperar. La prensa argentina criticó duramente la actuación de Advíncula, tachándola de “infantil” e “incomprensible” en un partido de tanta importancia. Los comentaristas de TyC Sports expresaron su incredulidad y la catalogaron como una de las varias expulsiones de Boca en partidos cruciales en el último tiempo, señalando la responsabilidad del cuerpo técnico al no sustituirlo tras la primera amonestación. La hinchada 'xeneize', antes tan apasionada por Advíncula, mostró su decepción con abucheos a su salida del campo. El jugador, quien ha demostrado un gran compromiso con el equipo incluso jugando lesionado, vio cómo su popularidad se desvanecía tras este episodio. La expulsión marcó un antes y un después en su imagen ante la fanaticada, destacando la exigencia y el sentimiento de los hinchas cuando se trata de partidos decisivos. El impacto de la expulsión se sintió profundamente en el resultado del partido. A pesar de la reacción de Boca Juniors, que remontó el marcador con un jugador menos gracias a los goles de Exequiel Zeballos y Tomás Belmonte, Vélez Sarsfield logró sellar la victoria con un doblete de Agustín Bouzat. La eliminación de Boca de la Copa Argentina, un torneo crucial para asegurar la clasificación a la Copa Libertadores, se convirtió en un duro golpe para el club y una de las consecuencias más directas de la expulsión de Advíncula. Más allá del análisis deportivo, la situación de Advíncula pone de relieve la volatilidad de la relación entre los jugadores y los aficionados. La admiración incondicional puede transformarse rápidamente en decepción, especialmente cuando se combinan un bajo rendimiento con errores decisivos en momentos clave. Su caso sirve como estudio para comprender la presión que enfrentan los futbolistas y cómo un solo partido puede cambiar radicalmente su imagen pública.