Análisis en profundidad de la renuncia de Pablo Moyano al triunvirato de la CGT, las causas detrás de su decisión y las implicaciones para el movimiento obrero argentino.
La Confederación General del Trabajo (CGT) se encuentra en medio de una profunda crisis tras la sorpresiva renuncia de Pablo Moyano, hijo del histórico líder camionero Hugo Moyano, al triunvirato de mando. Esta decisión, tomada sin el aval de la mayoría del consejo directivo, ha generado un fuerte impacto en el panorama sindical argentino y abre interrogantes sobre el futuro de la central obrera y las estrategias de los diferentes sectores que la componen.
La renuncia de Moyano, quien integraba el triunvirato junto a Héctor Daer y Carlos Acuña desde 2021, se produjo luego del rechazo por parte de un sector mayoritario de la CGT a su propuesta de convocar a un tercer paro general contra el gobierno de Javier Milei. Moyano, había condicionado su permanencia en el triunvirato a la respuesta de la central ante el descontento con las políticas gubernamentales, argumentando la necesidad de defender los derechos de los trabajadores. Tras un paro de transporte que tuvo una adhesión menor a la esperada, manifestó su intención de abandonar el triunvirato si no se convocaba a una medida de fuerza de mayor envergadura.
La decisión de la CGT de optar por el diálogo con el gobierno, en lugar de la confrontación, generó una fractura interna. Esta postura, según fuentes cercanas a la central, contó con el apoyo de Hugo Moyano, quien en reiteradas ocasiones ha manifestado sus diferencias con su hijo en cuanto a las estrategias sindicales. Se afirma que la prioridad actual es la estabilidad económica y social, considerando que un paro general en este momento podría ser contraproducente.
La renuncia de Pablo Moyano no es un hecho aislado. Recientemente, Mario Manrique, dirigente del Smata y secretario gremial de la CGT, también abandonó su cargo por discrepancias con el sector dialoguista. Esta situación refleja la profunda división existente dentro de la CGT entre quienes defienden una postura más confrontativa y aquellos que priorizan el diálogo y la negociación con el gobierno.
Tras su salida de la CGT, Moyano ha anunciado su intención de conformar una alianza con sectores más combativos, incluyendo las dos vertientes de la CTA, movimientos sociales afines al kirchnerismo y la izquierda. Se espera que esta nueva alianza organice movilizaciones en contra del gobierno, tal como se evidencia con la planificación de una marcha para el 5 de diciembre. Se baraja también la posibilidad de que Moyano se presente en futuras elecciones como candidato político.
La renuncia de Moyano deja un vacío de poder en la CGT, y su padre, Hugo Moyano, deberá designar a su reemplazo. Omar “Manguera” Pérez, uno de los dirigentes de mayor confianza del líder de los camioneros, es uno de los nombres que se mencionan como posible sucesor. El futuro de la CGT es incierto, con un proceso de recambio en puerta y la posibilidad de un reacomodamiento del mapa político-sindical argentino.
El conflicto dentro de la CGT resalta la complejidad del escenario político y sindical argentino, donde las tensiones entre diálogo y confrontación, entre diferentes sectores internos y con el gobierno, marcan el rumbo del movimiento obrero. Se espera que en los próximos meses se desarrollen eventos cruciales que definirán el futuro de la central obrera y su influencia en la escena nacional.