En noviembre del año pasado, un litro de nafta costaba la tercera parte de lo que se ve hoy en las pizarras de las estaciones de servicio. El valor se disparó un 200% en 10 meses, impulsado principalmente por la devaluación del tipo de cambio oficial. Este martes, la nafta experimentó su primera baja de precios en 5 años, con un descenso del 1%. Aunque la medida fue anunciada con entusiasmo por el gobierno, es considerada insignificante ante la escalada de precios anterior.
A pesar de la baja, el precio de la nafta sigue siendo significativamente más alto que hace un año. En septiembre de este año, el litro de nafta superaba los $1.146. La baja de este martes lo deja en torno a los $1.135, lo que significa que el aumento total en 10 meses se reduce al 196,2%.
El retroceso en los precios se debe a la caída del valor del barril de petróleo, que ha descendido a niveles mínimos desde diciembre de 2021. En abril, el barril de petróleo Brent llegó a superar los 90 dólares, pero en septiembre cayó por debajo de los 70 dólares, perdiendo un 12,5% en un mes.
Esta baja en los precios del combustible tiene un impacto directo en el transporte, tanto de mercadería como de pasajeros. También afecta el precio de los bienes y productos que se transportan, lo que podría tener un impacto en la inflación.
El gobierno espera que esta baja, aunque sea mínima, sea un punto de inflexión en la tendencia de precios de los combustibles. Sin embargo, la medida es insuficiente para compensar el aumento desmedido que ha experimentado el combustible en los últimos meses, dejando una profunda huella en la economía y el bolsillo de los argentinos.