El Jockey, la coproducción argentino-española dirigida por Luis Ortega, ha sido seleccionada para representar a la Argentina en la próxima edición del Premio Oscar y en los Premios Goya. La película, protagonizada por Nahuel Pérez Biscayart y Úrsula Corberó, ha cosechado elogios en festivales internacionales como Venecia, Toronto y San Sebastián, y ahora llega a las salas argentinas.
La película narra la historia de Remo Manfredini (Nahuel Pérez Biscayart), un ícono del turf que lleva una conducta excéntrica y autodestructiva que va eclipsando su talento. Mientras que Abril (Úrsula Corberó), su colega y pareja, espera un hijo suyo y debe decidir entre continuar con su embarazo o con su labor deportiva. Ambos corren caballos para Sirena (Daniel Giménez Cacho), un empresario obsesionado con el jockey.
Un día, Remo sufre un accidente, desaparece del hospital y deambula sin identidad por las calles de Buenos Aires. Sirena lo quiere vivo o muerto. Al mismo tiempo, Abril intenta encontrarlo, antes de que sea demasiado tarde.
En una entrevista exclusiva con EscribiendoCine, los protagonistas hablaron sobre sus experiencias con el personaje, las similitudes entre el mundo del jockey y el del actor, y la importancia de la transformación personal en sus vidas.
"Nos encanta la adrenalina!", dijeron Nahuel y Úrsula, describiendo la intensidad que ambos comparten en sus respectivas profesiones. "Tienes que estar enfocado, la capacidad de concentración tiene que ser muy fina, ¡es máxima!"
"La performance. Tiene que ver con estar presente. No hay futuro ni pasado. Todo opera en ese lugar bien finito", agregó Nahuel.
"Morir y nacer de nuevo" es uno de los conceptos centrales de la película, y ambos actores lo relacionaron con sus propias experiencias de transformación personal. "En la vida te diría. En el amor. Poder dejar atrás cosas que por ahí creías que eran tuyas, o constitutivas tuyas, de golpe decís: '¿Por qué me tengo que hacer cargo de esto?' '¿Por qué tengo que responder a esto?'", dijo Nahuel.
"Morir en vida también tiene que ver con eso, o morir en las relaciones afectivas o amorosas, poder salirse del centro, ser feliz a través de la felicidad del otro, morir como la disolución del ego. Una pregunta que me está rondando mucho es sobre poder salirse del centro siendo actor. Bueno, ser actor te permite practicar esas cosas. Y lo artístico, para mí, se traduce en lo humano."
"Me siento muy viva todo el rato, pero si hablamos del concepto de morir como descontracturar ciertas cosas en la vida, podría decir que estoy en un proceso transitorio de la vida", agregó Úrsula.
"Estamos muriendo todos ahora mismo, chicos! (Risas) ¡Nuestras células se están muriendo y renovando!", bromeó Nahuel. "Estamos muertos. ¡Caput! (Risas). En el sentido más poético de la palabra, siento que es algo lindo también. No sé por qué vinculo mucho lo de morir con dormir, con dejar reposar las cosas, y que sucedan naturalmente."
El Jockey es una película que invita a reflexionar sobre la identidad, la transformación y el destino, y que seguramente dará mucho que hablar en la carrera por el Oscar y los Goya.