Leandro Brey, el arquero de Boca, se convirtió en el héroe de la noche en la definición por penales ante Talleres en la Copa Argentina. El joven arquero, que tuvo que reemplazar al lesionado Sergio Romero, se lució con una atajada en la tanda y, lo más importante, con un gol que sentenció la clasificación del Xeneize a los cuartos de final.

La serie de penales, que se extendió hasta el onceavo lanzamiento, fue una montaña rusa de emociones. Brey, con su juventud y seguridad, se ganó la confianza del equipo y del cuerpo técnico. Le atajó el tercer penal a Alejandro Martínez y, además, tuvo la fortuna de que Kevin Mantilla y Franco Moyano remataran desviado. Pero Brey no se conformó con eso: cuando llegó su turno, el joven arquero tomó la responsabilidad de patear el último penal para Boca y, con un bombazo, infló la red del arco de Guido Herrera.

“Me voy caliente por no agarrar uno más”, comentó Brey, visiblemente emocionado tras la victoria. “Pero bueno, por otro lado estoy contento por el equipo”, agregó. Brey, que lleva disputados 10 partidos con la camiseta de Boca, de los que fue titular en siete, vivió una noche que nunca va a olvidar. En Mendoza, se convirtió en el héroe del Xeneize, y demostró que está preparado para afrontar cualquier desafío.

Boca Juniors venía de dos derrotas consecutivas en definiciones por penales: en abril quedó eliminado en la semifinal de la Copa de la Liga contra Estudiantes y en agosto quedó afuera de la Copa Sudamericana en octavos de final contra Cruzeiro. En ambos casos, el arquero fue Sergio Chiquito Romero, quien no pudo estar presente contra Talleres por una lesión en el hombro derecho.

El triunfo de Boca ante Talleres, en una serie de penales que se extendió más de lo imaginado, fue una demostración de carácter del equipo y una confirmación del talento de Leandro Brey, el joven arquero que se ganó el corazón de la hinchada xeneize.