El Destape de un Secreto: Joaquín Levinton y Andrés Calamaro

El músico argentino Joaquín Levinton, reconocido por su rol como líder de la banda Turf, se ha convertido en un auténtico rey de las anécdotas. Siempre dispuesto a compartir momentos divertidos y sorprendentes de su vida, en esta ocasión ha desvelado un secreto que Andrés Calamaro seguramente preferiría mantener en el anonimato.

Durante su visita al programa "La Noche Perfecta" de Sebastián Wainraich, Levinton se animó a narrar una historia que involucraba a su amigo y colega Calamaro. La historia comenzó con un relato sobre su propia experiencia viviendo solo en España, donde descubrió que una rata habitaba en su cocina.

"La primera vez que viví solo, todo se venía abajo. Ahí estaba la rata que vivía en la cocina, debajo del horno. Yo tiraba un piedrazo y la rata salía y ahí yo me animaba a entrar", contó Levinton, relatando la situación con humor.

Pero la historia dio un giro inesperado cuando Calamaro, en una visita a su casa, le pidió comida típica madrileña. Levinton, sin encontrar nada en su refrigerador, solo encontró un pan mordido por la rata y su gata, llamada "La Cantina de David". A pesar de esto, Calamaro no dudó en comer el pan, incluso le puso mayonesa.

"La rata y la gata jugaban con el pan que tenía un año. Ese pan estaba tirado en la cocina y lo meto en la mesa. Andrés lo agarra y dice ‘qué bueno’ y le pone la mayonesa. Si no lo mata eso...", concluyó Levinton, provocando la risa del público presente.

La anécdota no solo ha generado risas, sino que ha dejado a todos con una imagen de Calamaro un poco más humana, dejando ver que incluso una leyenda del rock puede sucumbir al apetito y a la falta de opciones culinarias. Sin duda, la historia se ha convertido en una de las más comentadas en el mundo del rock argentino.

Más allá del Pan Mordido: La Amistad entre Calamaro y Levinton

La historia del pan mordido por la rata es solo un ejemplo de la amistad que existe entre Levinton y Calamaro. Ambos músicos se han apoyado a lo largo de sus carreras, compartiendo momentos de gloria y de dificultad. El humor y la complicidad que se refleja en esta anécdota no hace más que fortalecer su vínculo.

A través de su relato, Levinton no solo ha compartido una divertida historia, sino que también ha dejado en evidencia la camaradería y la confianza que existe entre los músicos argentinos. La relación entre Calamaro y Levinton es un ejemplo de que la amistad puede trascender los límites de la fama y el éxito.

Sin duda, la historia del pan mordido por la rata será recordada por muchos como un momento emblemático en la relación entre estos dos grandes del rock argentino.