Organizaciones sociales y políticas confluyen en San Cayetano en una nueva marcha opositora
El próximo miércoles 7 de agosto, en el marco de la tradicional celebración católica de San Cayetano, el Santo Patrono del Trabajo, se llevará a cabo una concentración que reunirá a organizaciones sociales de todas las tendencias políticas. La marcha busca unificar los reclamos ante las políticas económicas del gobierno de Javier Milei, que ha impulsado causas judiciales contra dirigentes de varias agrupaciones y mantiene su decisión de no entregar alimentos a los comedores y merenderos populares.
Desde el peronismo y el cristianismo social, hasta la izquierda, los movimientos sociales confluirán en esta manifestación bajo la consigna de “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo”, que supo impulsar el Papa Francisco. Más allá de los matices que las distinguen, las organizaciones pretenden que la movilización marque el inicio de un camino de acción para los próximos meses, frente a un escenario en el cual pueden agudizarse cuestiones como la pobreza, la desigualdad y la desocupación.
La celebración comenzará en la Iglesia de San Cayetano a las 8.30, en Cuzco 150 del barrio de Liniers, donde habrá una bendición de “herramientas del trabajo” y luego se dará inicio a una peregrinación que encabezará el movimiento “Misioneros de Francisco” hacia Plaza de Mayo. En Plaza de Mayo, se unirán columnas de organizaciones como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Polo Obrero y la Unidad Piquetera. También se sumarán la CGT, las dos CTA, agrupaciones políticas, el movimiento de Iglesias Evangélicas, asociaciones que nuclean a las Pymes y organismos de derechos humanos como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
La peregrinación discurrirá hasta el centro porteño por la Avenida Rivadavia y constituirá también un desafío para el denominado “protocolo antipiquetes” que diseñó el Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. “La idea es que la peregrinación vaya por una parte de la ciudad y luego nos vamos a sumar desde las organizaciones para confluir todos en Plaza de Mayo. No queremos que se generen hechos de represión como los que sufrimos en otras manifestaciones”, señaló a elDiarioAR una fuente que integra una de las organizaciones sociales que participará de la marcha.
La idea de realizar una gran manifestación que discurriera desde Liniers a la histórica Plaza de Mayo fue desestimada por sectores de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que temen que se produzcan situaciones de violencia. “Estamos en un contexto de agravamiento de los problemas sociales y es una situación que tenemos que visibilizar cuando se incrementan la pobreza, la indigencia y el desempleo. Estamos recibiendo cada vez más gente en los comedores de los barrios. La olla se hace cada vez más grande y tenemos que llenarla para asistir a los desocupados, los jubilados e incluso los que tienen trabajo y no llegan a fin de mes”, contó a elDiarioAR Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP.
La marcha también se llevará a cabo en un contexto de fuerte tensión con el gobierno, ya que las organizaciones sociales denuncian la falta de entrega de alimentos por parte del Ministerio de Desarrollo Social, pese a los tres fallos judiciales que le ordenaron a la cartera normalizar la provisión de la comida que acopia en los depósitos de Villa Martelli, en la provincia de Buenos Aires, y en Tafí Viejo, Tucumán.
“No nos entregaron más alimentos desde que comenzó la gestión de este gobierno y la situación está cada vez más difícil. Cada vez son más los que viene a los comedores”, afirmó a este medio Silvia Saravia, dirigente de Libres del Sur.
El gobierno decidió tercerizar la entrega de alimentos en la Fundación Conin, que lidera el médico Abel Albino, un médico de públicas posturas antiabortistas que centra su actividad en la provincia de Mendoza. Mientras tanto, Capital Humano anunció su intención de llevar hasta la Corte Suprema su apelación contra la entrega de los alimentos que retiene.
Las organizaciones sociales también enfrentan causas judiciales, como la que se sigue contra el dirigente de la Unidad Piquetera, Eduardo Belliboni, luego que el juez federal Sebastián Casanello, procesara a varios de sus militantes –Belliboni incluido— por haber presentado facturas con datos falsos en las rendiciones de cuentas de fondos del programa Potenciar Trabajo. Casanello basó su resolución en la supuesta existencia de una empresa fantasma: la editorial Rumbos, que pertenece al Partido Obrero y funcionaría como una caja política. Desde la agrupación, aseguran, en cambio, que se trata de una editorial que existe y publicó numerosos libros y revistas sobre marxismo. “Es una causa que se armó con llamadas anónimas a la línea 134 y la mayoría de los testimonios fueron desestimados. Se trata de una maniobra de persecución orquestada por Bullrich. Es una medida que Casanello dictó sin concedernos una ampliación de la indagatoria”, afirmó Belliboni.
La de Casanello no es la única causa que se sigue en la Justicia Federal contra las organizaciones sociales. El magistrado Luis Armella ordenó el mes pasado allanamientos a sedes de comedores populares con la Prefectura Naval en busca de alimentos vencidos. “Nos allanaron varios comedores en Florencio Varela, y no encontraron nada”, aseguró Saravia. Además, el juez federal Ariel Lijo --propuesto por el Gobierno para ocupar una bacante en la Corte Suprema— lleva también una investigación sobre presuntas extorsiones de dirigentes sociales a beneficiarios de programas para que concurrieran a marchas. La causa también se basa en denuncias hechas a la línea 134 habilitada por Bullrich en junio pasado, Lijo ordenó 14 allanamientos y se secuestraron varios celulares. “Son estrategias que buscan amedrentar y desmovilizarnos en un contexto de incremento de la miseria y la represión que ordena Bullrich”, consideró Belliboni.
Las organizaciones sociales también denuncian la represión a las protestas que se dieron cita en Plaza Congreso en pasado 12 de junio, cuando se aprobó en el Senado la Ley Bases. Más de 30 personas fueron detenidas por las fuerzas de seguridad en esa jornada por cargos de “terrorismo y sedición”, que fueron formulados por el fiscal federal Carlos Stornelli.
Aún continúan encarcelados Daniela Calarco Arredondo y Roberto María de la Cruz Gómez, cuyas liberaciones serán parte de las demandas que las organizaciones sociales plantearán en esta movilización de San Cayetano. “La represión y las causas sociales son una forma de meter miedo e inmovilizar. Hay temor entre nuestros militantes, pero también hay convicción. Hace meses que estamos trabajando en los territorios con otras organizaciones y montando ollas populares. El miércoles vamos a marchar todos juntos y vamos a seguir así”, sostuvo Saravia.
Por su parte, Belliboni aspira al lanzamiento de “un plan de lucha que también involucre a la CGT y a las dos CTA. Es lo que tenemos que discutir con todas las organizaciones después del 7 de agosto. No queremos quedarnos solamente en lo religioso”.
Las organizaciones sociales Barrios de Pie, la CTEP y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) organizaron la primera marcha de San Cayetano el 7 de agosto de 2016. Ese conjunto de agrupaciones y sus dirigentes –entre los que estaban Juan Grabois, Juan Carlos Alderete, Emilio Pérsico y Esteban Castro, entre otros–, fueron bautizados como “los cayetanos” y reconocidos por su alineamiento con los postulados de “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo” que promueve el papa Francisco.
“Esta vez la convocatoria se amplía porque tenemos que darle visibilidad a la situación que estamos viviendo en los barrios y en toda Argentina. Entendemos que no se puede separar la fe de la lucha y de la vida. Por eso, vamos a expresar la unidad de la fe y la lucha. Son cosas que no se pueden desvincular”, remarcó al elDiarioAR Esteban Castro, referente del Movimiento Evita y primer secretario general de la UTEP que el miércoles peregrinar y marchará hacia Plaza de Mayo. “La solidaridad de la gente en nuestros barrios se profundiza en los tiempos duros. Eso ya lo vivimos y es algo que está pasando de nuevo. Tenemos que movilizarnos con ese ejemplo, pese a la estigmatización y el miedo que nos quieren meter”, puntualizó Castro.
LC/MG