En un escenario impensado, el magnate tecnológico Elon Musk y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se han visto envueltos en una escalada verbal que ha culminado en un desafío a una pelea. Todo comenzó tras la victoria de Maduro en las elecciones presidenciales, la cual fue cuestionada por Musk, quien tildó el proceso de “fraude”.
Maduro no se quedó callado y en un discurso público respondió al multimillonario: “Quien se mete conmigo se seca. Quien se mete con Venezuela se seca, Elon Musk”. El mandatario venezolano, conocido por su retórica inflamada, lanzó un desafío directo: “¿Quieres pelea? Vamos a darle, Elon Musk. Estoy listo, soy hijo de Bolívar y de Chávez. No te tengo miedo, Elon Musk”.
Musk, conocido por su personalidad irreverente y su gusto por las polémicas, no se achicó ante la confrontación. En un mensaje publicado en su red social X, el empresario aceptó la pelea y desafió a Maduro con una apuesta: “Si gano, él renuncia como dictador de Venezuela. Si gana, le doy un viaje gratis a Marte”.
La tensión entre ambos personajes se ha elevado a niveles insólitos, ya que las declaraciones de Musk han generado indignación en el gobierno venezolano y han sido interpretadas como una injerencia en la política interna del país. Las reacciones a este desafío no se han hecho esperar, con expertos en relaciones internacionales y políticos de diferentes países opinando sobre la posibilidad de una confrontación física entre dos figuras tan influyentes.
El episodio ha planteado serias interrogantes sobre el futuro de la relación entre Estados Unidos y Venezuela, y ha puesto en evidencia la creciente polarización de la sociedad venezolana. Mientras tanto, la pelea entre Musk y Maduro continúa, alimentando una polémica que seguramente tendrá repercusiones en el ámbito internacional.