En un sorprendente giro de acontecimientos, el candidato libertario ha abandonado su postura inicial de rechazo a los mandatos gremiales perpetuos luego de una reunión con Gerardo Martínez, reconocido líder de la UOCRA. Esta reunión ha generado polémica y ha sido objeto de fuertes críticas por parte de diversos sectores políticos y gremiales. Antes de este encuentro, el candidato libertario se había destacado por su posición contraria a los mandatos gremiales perpetuos, argumentando que promovían prácticas antidemocráticas y limitaban la libre competencia en el ámbito laboral. Sin embargo, tras su reunión con Martínez, ha cambiado de parecer y ahora parece estar dispuesto a tolerar estos mandatos. Este cambio de actitud ha generado una serie de versiones desmentidas y rumores en torno a los motivos de esta modificación de postura. Algunas fuentes indican que podría haber existido presión por parte del sindicalista, o incluso algún tipo de acuerdo político en juego. Sin embargo, por el momento no se ha confirmado ninguna de estas versiones. Por otro lado, el silencio por parte de la CGT, máxima entidad representativa del sindicalismo argentino, ha llamado la atención de muchos. Hasta el momento, no han emitido ningún tipo de declaración respecto a la reunión entre el candidato libertario y Gerardo Martínez. Esto ha generado especulaciones sobre cuál podría ser la postura oficial de la central sindical frente a este cambio de actitud del candidato. Además, en medio de todas estas polémicas, el candidato libertario ha protagonizado un acto político en la provincia de Tucumán, donde estuvo presente junto a Sergio Massa, líder del partido Frente Renovador. La presencia de Massa en este evento ha sido interpretada por algunos como una estrategia para intentar ampliar el apoyo político del candidato libertario y contrarrestar las críticas recibidas tras su reunión con Martínez. En resumen, el candidato libertario ha dado un giro en su postura sobre los mandatos gremiales perpetuos luego de reunirse con Gerardo Martínez. Las versiones desmentidas y el silencio de la CGT han generado especulaciones sobre los motivos de este cambio de actitud. Mientras tanto, el acto en Tucumán junto a Sergio Massa ha sido interpretado como una estrategia política para contrarrestar las críticas recibidas.