Tras el reciente escándalo protagonizado por Rubiales, la entrenadora ha tomado las riendas del combinado campeón del mundo, convirtiéndose en un hito para el deporte. Su llegada marca un paso importante en la lucha por la equidad de género en el fútbol, ya que es la primera mujer en ocupar este cargo tan relevante. Además de su papel como entrenadora principal, también desempeñaba funciones importantes al frente del equipo Sub-17 y como responsable del equipo Sub-23. Su amplia experiencia y su habilidad para guiar a los jugadores en su desarrollo futbolístico la convierten en una candidata ideal para liderar el equipo hacia más éxitos en el futuro. Sin duda, es un momento histórico que marcará un antes y un después en el fútbol femenino y en la lucha por la igualdad en este deporte. La entrenadora tiene el desafío de mantener el nivel de excelencia alcanzado por el combinado y formar una nueva generación de talentos que puedan seguir cosechando éxitos a nivel nacional e internacional.