La subvariante de Ómicron, que cuenta con 36 mutaciones y estaba siendo monitoreada a nivel mundial, ha sido objeto de estudios en China y Suecia. Descubre cuáles son los resultados de los primeros estudios realizados y por qué los expertos no creen que pueda impulsar una nueva oleada mundial de casos.
La variante Ómicron de la COVID-19 ha generado preocupación en todo el mundo debido a sus múltiples mutaciones y a su rápida propagación. Sin embargo, los primeros estudios realizados en China y Suecia arrojan resultados esperanzadores que sugieren que esta subvariante no sería tan peligrosa como se temía.
En China, investigadores de la provincia de Guangdong analizaron muestras de pacientes infectados con la variante Ómicron y descubrieron que, si bien el virus es altamente contagioso, las manifestaciones clínicas de la enfermedad fueron en su mayoría leves o moderadas. Además, no se detectaron casos de enfermedad grave ni de muerte relacionados directamente con esta subvariante.
El equipo de investigadores chinos también encontró que la mayoría de los pacientes infectados eran jóvenes y no habían recibido la vacuna contra la COVID-19 o solo habían recibido una dosis. Esto sugiere que la inmunización completa podría ser clave para evitar casos severos de la subvariante Ómicron.
Por otro lado, en Suecia, científicos del Instituto Karolinska realizaron análisis genómicos de muestras de pacientes infectados con Ómicron y compararon los resultados con los de otras variantes, como Delta. Descubrieron que la subvariante Ómicron presenta múltiples mutaciones que podrían ayudar al virus a evadir el sistema inmunológico, pero también encontraron evidencia de que esta subvariante era menos capaz de replicarse y propagarse en comparación con la variante Delta.
Estos resultados iniciales son alentadores y sugieren que la subvariante de Ómicron podría ser menos peligrosa de lo que se pensaba inicialmente. Sin embargo, los expertos enfatizan la importancia de seguir tomando precauciones, como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y la vacunación completa, para evitar la propagación de cualquier variante del virus. A medida que se realicen más investigaciones, se obtendrá más información sobre la subvariante Ómicron y su impacto en la pandemia de la COVID-19.