La vaquita marina (Phocoena sinus) es una especie de pequeño cetáceo endémico del Golfo de California, en México. Se caracteriza por ser el mamífero marino más pequeño del mundo, alcanzando apenas los 1.5 metros de longitud y un peso de 55 kg. Su apariencia es similar a la de un delfín, con su cuerpo delgado y su aleta dorsal triangular. Uno de los rasgos más distintivos de la vaquita marina es el anillo negro alrededor de sus ojos, que le otorga una apariencia única. Además, cuenta con manchas oscuras en el cuerpo, que van desde tonos grises hasta negro, lo que le permite mimetizarse con su entorno acuático. La vaquita marina se encuentra en peligro crítico de extinción debido a diversas amenazas, siendo la principal la pesca ilegal con redes de enmalle. Se estima que su población actual es inferior a los 30 individuos, lo que la convierte en uno de los mamíferos más raros y amenazados del planeta. Su hábitat natural es el Golfo de California, una región rica en biodiversidad, pero altamente vulnerable a la sobreexplotación pesquera y la degradación ambiental. La vaquita marina habita principalmente en aguas poco profundas, cerca de las desembocaduras de los ríos, donde encuentra su alimento: peces, cefalópodos y crustáceos. La conservación de la vaquita marina es de vital importancia para mantener el equilibrio ecológico de su ecosistema. Como predador tope, contribuye a controlar la población de sus presas y a mantener la salud de los ecosistemas marinos. Además, su presencia indica la buena calidad ambiental de las aguas, ya que solo se encuentra en áreas de alta productividad biológica. Es responsabilidad de todos cuidar y proteger a la vaquita marina, así como a todos los seres vivos que conforman nuestro planeta. Es necesario promover la pesca sostenible, reducir la contaminación de los océanos y establecer áreas marinas protegidas. Solo de esta manera podremos garantizar la supervivencia de especies únicas como la vaquita marina y preservar la belleza y diversidad de nuestros mares.