El pasado sábado, el club de Pilar y el equipo de ex combatientes se reunieron una vez más en la cancha, en una emotiva jornada que buscaba transmitir los valores del deporte y recordar la valiente participación de los ex combatientes en la guerra del Atlántico Sur. Fue una oportunidad única para homenajear a aquellos hombres y mujeres que dieron todo por defender nuestra soberanía y reforzar los lazos entre la comunidad y los veteranos de guerra. Sin embargo, esta jornada también marcó un adiós. Debido a la edad avanzada de los jugadores, tanto el club de Pilar como el equipo de ex combatientes decidieron que era momento de despedirse de las canchas. A lo largo de los años, estos deportistas han sido un ejemplo de perseverancia, coraje y espíritu de superación, pero el paso del tiempo no perdona. La despedida de los jugadores fue emotiva y llena de momentos cargados de emoción. Fue una oportunidad para recordar las hazañas deportivas de cada uno de ellos y para agradecerles por su dedicación y esfuerzo a lo largo de los años. A su vez, los jugadores transmitieron un mensaje de valor sobre la importancia de mantener viva la memoria de la guerra del Atlántico Sur y de seguir trabajando para construir una sociedad más solidaria y justa. El club de Pilar y el equipo de ex combatientes dejaron huella en la historia del deporte y en la memoria de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de presenciar sus partidos. Su ejemplo de camaradería, compañerismo y compromiso perdurará en el tiempo, y su legado seguirá inspirando a las futuras generaciones. Con esta despedida, el club de Pilar y los ex combatientes cierran un capítulo significativo de su historia, pero su contribución al deporte y a la sociedad será recordada por siempre. Su esfuerzo y dedicación son un testimonio de la importancia del deporte como herramienta de integración y superación personal. Aunque las canchas ya no los vean jugar, su legado seguirá vivo en los corazones de todos aquellos que admiran su valentía y entrega.